La FIA está avanzando en los cambios en el frente y en el alerón trasero de los monoplazas de Formula 1, junto con el del sistema de frenado, con el objetivo de aumentar los adelantamientos tras conseguir el consenso de los equipos.

Los cambios en las regulaciones en 2017 ayudaron a los coches a ser más potentes y a tener más velocidad y han permitido batir récords de vuelta en cada circuito, pero también hicieron más difícil perseguir a los monoplazas y adelantarlos.

El aire sucio que desprenden los coches cuando van delante perjudican la aerodinámica del que los persigue y complica enormemente los adelantamientos a no ser que el coche que va por detrás consiga acercarse a menos de un segundo. Para 2019 la FIA ha cambiado el diseño de las alas delanteras y traseras y los frenos con el objetivo de crear un ‘efecto seta’ que envíe el aire sucio en dirección hacia arriba en lugar de hacia detrás.

Ocho de los diez equipos de Formula 1 han probado simulaciones con los cambios y han estado de acuerdo en que los resultados son positivos y que permitirán tener carreras más abiertas. Mientras las simulaciones muestran resultados positivos, habrá que esperar a 2019 para verlo en la pista.

El jefe en materia técnica de monoplazas de la FIA, Nikolas Lombazis, explicó: “Es un cambio de reglamento muy importante el que se está introduciendo para el alerón delantero. Se reducirá solamente a cinco elementos y hemos implementado reglas que harán que sólo se puedan cambiar de manera gradual y progresiva, sin discontinuidades, perfiles y aletas para crear vórtices estratégicos que empujen la estela de la rueda exterior”.

Las placas finales serán mucho más simples y debajo de ellas las alas se limitarán a un máximo de dos piezas. El alerón trasero nos ayuda cuando queremos promover carreras más abiertas. Tiene dos fuertes vórtices, que tiran del flujo del suelo hacia la seta. La seta se empuja hacia arriba de manera violenta y rápido, permitiendo que el aire limpio llegue desde los lados para reemplazar el aire turbulento que se propulsa hacia arriba. El aire limpio tiende a ser de mayor energía y tiene un efecto beneficioso para el coche que viene de atrás”.

Algunos equipos ya rodaron con el nuevo alerón delantero en el test de julio en Hungaroring, y muchos de ellos lo harán en la prueba postemporada en el circuito de Yas Marina. Los cambios cuentan con el apoyo del director de Williams, Paddy Lowe, que los valoró positivamente. “Teniendo en cuenta la historia y habiendo estado involucrados con el desarrollo de las regulaciones para mejorar el seguimiento de los coches, he podido ver el trabajo que se ha realizado recientemente. Pienso que las regulaciones de 2017 eran un paso atrás para los adelantamientos”.

Si no hacemos algo ahora, la situación irá empeorando a medida que los equipos desarrollen más carga aerodinámica. La FIA y la FOM tienen que actuar en este sentido y hacer algo diferente para 2019 y 2020. Tengo confianza en los aspectos técnicos de lo que se ha hecho y creo que nos lleva en la dirección correcta”.

Por ahora, Tombazis no puede cifrar en números el cambio que supondrán estas nuevas regulaciones. “Consideramos que la posición crítica es cuando hay una distancia de 15 a 20 metros entre los coches. Con la generación actual, el coche que persigue pierde aproximadamente el 30% de su carga aerodinámica en estas situaciones. Esperamos reducir eso al 10%, aunque es difícil dar números exactos. Lo que puedo decir es que los equipos tienen la tendencia a desarrollar más carga aerodinámica y eso agravaría el problema. Si no hubiéramos intervenido, creemos que 2019 sería peor que 2018 y 2020 sería peor que 2019. Ahora creemos que 2019 será mejor que 2018, pero tampoco se puede esperar que los Formula 1 luchen como los turismos”.