En Fórmula 1 hay pilotos ocupados como Fernando Alonso que combina más de una categoría al largo de la temporada. En Fórmula 2 el piloto ocupado es Nirei Fukuzumi. El nipón combina su vida en el campeonato de F2 con el de la Super Fórmula, una combinación más que ajetreada.

Fukuzumi dio el salto este año a la F2 proveniente de la GP3 Series donde el equipo BWT Arden confió en él para darle un asiento en la antesala de la categoría reina. El piloto comparte equipo con Maximilian Gunther cuando corre en F2, pero cuando le toca la Fórmula japonesa su compañero es Naoki Yamamoto en el equipo Team Mugen Honda. El nipón ha comentado que mantener el ritmo en las dos categorías está siendo de lo más duro.

Con la ausencia de Fukuzumi, Sena Sakaguchi ha sido su sustituto en el asiento de la Super Fórmula, pero el japonés estará disponible para las carreras en Motegi, Okayama y Suzuka, puesto que estas no chocan con ninguna carrera de F2.

La temporada de la joven promesa de Red Bull no está siendo realmente buena y el nipón lo achaca a que no está siendo capaz de encontrar el balance entre coche y coche, son monoplazas muy diferentes y no está logrando encontrar el nivel necesario en ninguna de las dos categorías: «Solo puedo decir que está siendo duro, yo quiero hacer un gran trabajo en todos los circuitos, pero estoy sufriendo mucho en clasificación. Estoy siempre en tierra de nadie. Pierdo mucho tiempo en relación a mi compañero de equipo y es triste«.

«Mi gran problema con el monoplaza de F2 son los frenos. Frenar es algo que necesito mejorar. Las frenadas con el monoplaza de GP3 me iban muy bien, pero con el coche de F2 no me siento aún con la confianza necesaria», comentaba Fukuzumi.

La historia del nipón es un poco del ‘quien mucho abarca, poco aprieta’ y es que intentar suerte en muchos frentes puede llegar a ser contraproducente: «Tengo cuatro carreras este mes. Cada fin de semana. Estoy en Japón, en Motegi, pero la semana que viene voy a Spa, luego a Monza y después viajo de nuevo a Japón, a Okayama«.