Raúl Fernández se ha llevado el premio a mejor rookie del año en Moto2 tras luchar hasta el final por el campeonato con el ya veterano Remy Gardner. El madrileño se quedó a tan solo 4 puntos al finalizar la temporada. 

¿Es Moto2 la categoría con peor fama del Campeonato del Mundo de Motociclismo? Probablemente. A la vista queda para todo el mundo que probablemente sí sea la más dura. Los pilotos que llegan a ella tienen dos posibilidades: estar un paso más cerca de su sueño de llegar a la categoría máxima, o a un paso de quedarse fuera de ella. La categoría intermedia, que parece haber ejercido de filtro para la categoría reina, ha supuesto un infierno para la adaptación de algunos pilotos.

Es por todo esto que el de Raúl Fernández es un caso insólito. Al piloto madrileño no le ha bastado solo con llevarse el premio a mejor debutante de la temporada, sino que también se ha proclamado el mejor debutante de la historia de Moto2. Y es que pocos pilotos han conseguido destacar de esta forma en la categoría intermedia. Podemos hablar de pilotos como Marc Márquez, Maverick Viñales, Álex Rins y ahora también de Raúl Fernández.

El piloto de Aki Ajo descolocó a la prensa. Pero sobre todo, descolocó a sus rivales. Ninguno le metía en el saco de la lucha por el campeonato a principio de temporada, pero la realidad es que empezó a dar algunas pistas en 2020, cuando logró finalizar cuarto en la categoría de Moto3 tras adjudicarse seis pole positions, dos victorias y dos terceras plazas. Al llegar a Moto2, carrera tras carrera consiguió dejar a todos con la boca abierta.

Y es que Raúl, en su segunda carrera en el Doha GP ya pisó el podio. La tercera carrera la ganó. Logró superar con creces las siete victorias que Marc Márquez se adjudicó en su año de debut y se convirtió en el mejor rookie de la historia de Moto2 al subir en lo más alto del cajón ocho veces. A final de temporada sumó doce podios.

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Acarició el título. Estuvo muy muy cerca. Pero la experiencia de Remy Gardner, su rival durante toda la temporada, fue lo que marcó la diferencia. Sin embargo, el mayor de los Fernández logró mantener el campeonato vivo hasta el último GP de la temporada, en Valencia. Muy difícil lo tenía: debía ganar sí o sí y Remy tenía que quedar más atrás de la decimotercera plaza. Finalmente, el hijo de Wayne Gardner se proclamó Campeón del Mundo de Moto2, con 311 puntos, 4 más que Raúl, que finalizó con 307.

FERNÁNDEZ Y GARDNER, HISTORIA DE UNA RIVALIDAD SANA

Des de un principio sorprendió la buena relación que tenían ambos rivales siendo además compañeros de box. Lo más fácil es que en algún momento hubiesen saltado chispas. Pero no fue así. «Tenemos un trato cordial. Cuando te juegas un sueño, es difícil ser súper amigos. Está claro que tenemos muy muy buena relación para lo que estamos luchando. Por mi parte, si él gana, yo me bajaré una moto y le daré un abrazo. Si yo gano, espero que él haga lo mismo», explicaba Fernández a los micrófonos de DAZN en el Algarve GP.

Raúl Fernández y Remy Gardner, rivales que se respetan
Raúl Fernández y Remy Gardner abrazándose tras el ValenciaGP, donde el madrileño venció y el australiano se proclamó Campeón / MotoGP

Para el año que viene esperamos acción. Ambos seguirán como compañeros de equipo, esta vez en la categoría máxima, la de MotoGP. Al final el madrileño debutará en la categoría reina con tan solo 21 años, siendo así el piloto más joven de la categoría. Tendremos que esperar para ver que resultados logra. Pero muchas son ya las voces que le ven como favorito a rookie del año de MotoGP 2022. Sabemos que los ingredientes los tiene. Faltará completar la receta.