Fernando Alonso vuelve a la Fórmula 1. Será su tercera etapa en Renault, ahora Alpine. Regresa como un piloto total, sin nada que demostrar, sin presión. Mirando al 2022 como fecha clave para reescribir su futuro. 2021 no significa un año ocioso. Viene a competir.

La pregunta que todo el mundo se hace es ¿por qué vuelve Fernando Alonso? Realmente no tiene necesidad. Es bicampeón del mundo, respetado por todos. Nadie duda de que su marcha de la F1 no fue por falta de talento, forma o ambición competitiva. De hecho, poco pilotos de su categoría hubieran aguantado esos famosos años en el infierno. Un coche que no estaba a la altura.

Competir atado de pies y manos es frustrante e insano. Probar es otras categorías era un reto. Ante la perspectiva imposible de superar en títulos ya no solo a Michael Schumacher sino también a Hamilton. Tenía ante si la posibilidad de demostrar que podía ser el piloto más completo del mundo. Dos títulos del Wec, incluyendo vencer dos veces las 24 horas de Le Mans, conseguir las 24 horas de Daytona, participar en Indycar o incluso en el Dakar, así lo demuestran.

La idea de volver tras retirarse de la F1 no es original de Alonso. Pilotos ilustres, ex campeones del mundo algunos ellos, ya lo hicieron antes que el piloto asturiano. Kimi Räikkönen, tras haberse proclamado campeón en 2007, ‘Iceman’ se retiró dos años después, disputando competiciones como rallies o la NASCAR. Alain Prost tras ser despedido por Ferrari en 1991, volvió a Williams en 1993, la escudería del momento, donde ganó con claridad su cuarto Mundial.

Niki Lauda (ejemplo donde podría verse reflejado Alonso) se retiró en 1979. Volvió en 1982 fichando por McLaren. No fue hasta 1984 cuando ganó su tercer título del mundo. Como ya he dicho antes, Alonso ve con esperanza la temporada 2022, con el cambio de normativa. Es la gran oportunidad para estar en lo más alto. Michael Schumacher se retiró en 2006 y volvió en 2010 de la mano de Mercedes. Nigel Mansell y Alan Jones también tuvieron un regreso tras su retiro.

Aunque las decisiones de Alonso a la hora de elegir escuderías no han sido las más afortunadas del mundo. Renault ha progresado en los último años. Alpine es una buena oportunidad. Varios podios lo sitúan en la pelea de la zona media por aspirar a cotas mayores. Es paradójico que ahora McLaren, la escudería que dejó hace ya dos temporadas, tenga un futuro prometedor junto a Mercedes, su proveedor de motor en 2021. Su sustituto en McLaren, Carlos Sainz, ha tenido tal impulso en sus años de naranja que vestirá de rojo y este año será el compañero de equipo de Charles Leclerc en Ferrari.

La impresión que quedó fue que la salida de Alonso para McLaren fue como quitarse un lastre de encima. El ambiente del equipo cambió por completo desde su salida, puesto que dejó de ser el equipo que decepcionaba a Alonso cada fin de semana. McLaren no daba la talla del bicampeón. Esa era la lectura. Independientemente de lo que ocurra en 2021, recordemos las palabras del asturiano, que dan esperanza para el futuro.

«En 2022 los coches van a ser muy diferentes», comentaba Alonso. «Tienen que cambiar por completo las filosofías de diseño del coche y las reglas serán también muy estrictas y los ingenieros no van a tener tanta libertad de desarrollo. Hay muchas piezas que serán iguales para todos, hay un límite de presupuesto, así que no va a haber equipos que gasten tres veces más y tengan más recursos por lo que todo va a estar un poco más igualado. Ojalá sea así. Creo que todos esperamos ver una Fórmula 1 un poco más igualada y que no gane Mercedes todas las carreras como en estos últimos años».