Marco Wittmann se consagró como el bicampeón más joven de la historia del campeonato de turismos más importante del mundo.
Felix Da Costa se despedía de la categoría que lo convirtió en profesional desde la pole position. Gary Paffett lo acompañaba en la segunda fila. Los BMW de Blomqvist y Martin partían delante de los campeonables Wittmann y Mortara, para fortuna del alemán campeón en 2014, puesto que como es lógico y válido, ayudarían a su coequipero. Y a Mortara, solitariamente, le tocaba luchar contra el resto del mundo para llevarse la victoria. Pero el colchón de puntos que construyó Wittmann y su equipo a lo largo del año en base a consistencia y fiabilidad, le permitiría partir con cierta tranquilidad a Marco, puesto que un P5 le bastaba.
En la largada, rápidamente Da Costa se despegó y conservó el liderato. Paffett detrás, y paulatinamente los BMW cedían paso a Wittmann. Mortara, tras una mala largada, remontó posiciones y adelantó a los escuderos de Wittmann hasta acercarse al del coche de Red Bull.
Wittmann sentía la presión de un endemoniado ‘Edo’, y se acercaba peligrosamente a Paffett y Da Costa, que peleaban cual gladiadores y el contacto era inminente… Hasta que Paffett echó de pista a Da Costa y tras el Drive Trough al británico Wittmann, -quien sufrió un pequeño daño como efecto colateral del accidente de- tomó el liderato.
Con poca oposición de Wittmann, ya que éste deseaba más bien conservar el coche, Mortara tomaba el liderato y se fue a pique.
Mortara depositaba sus esperanzas en Vietoris. Porque los mejores Audi, Rockenfeller y Müller estaban P14 y P15.
Edoardo Mortara se cargó en su espalda a todo el equipo de los cuatro anillos. Solito se mandó una carrera espléndida ayer y también el día de hoy. Pero tampoco no hay nada que reprochar a Marco Wittmann que aprovechó eficazmente las oportunidades que tuvo. Wittmann está en un nivel de lujo, muy consistente, certero en sus maniobras y envidiablemente rápido.
Pero tras las paradas en boxes, las chances del bicampeonato no estaban tan claras. Vietoris le adelantó a Marco y Paul Di Resta le puso una muralla a Marco. Marco era sexto y Mortara era líder, con Müller en segundo lugar pero faltándole una parada.
Justamente aquí habíamos hablado de las jugadas en equipo.
Cuando se estabilizaron las posiciones. Mortara iba primero, con Wittmann quinto. Vietoris iba acercándose a Mortara. Blomqvist tercero, y Di Resta cuarto.
Bastaba para Marco, era campeón por dos puntos. Pero Blomqvist se dejó adelantar por Di Resta y posteriormente por Wittmann. Marco iba cuarto tras Mortara y los Mercedes Vietoris y Di Resta, esa era la situación a falta de 12 minutos y fracción, y se vislumbraba lo que iba a pasar.
Con la victoria de Edoardo Mortara Audi se consagró campeón de constructores. Tremendo lo de Mortara. Se dejó la piel en la pista y también como Wittmann fue muy rendidor durante todo el año. La final fue épica para una temporada inolvidable de una Deustche Tourenwagen Masters cada vez más prestigiosa y espectacular.
El top 10 quedó como sigue: Mortara, Vietoris, Di Resta, Wittmann, Glock, Martin, Blomqvist, Green, Wickens y Tomzcyck.