Tras la rueda de prensa que tanto el piloto como el equipo médico dieron en la Dexeus de Barcelona para hablar sobre su estado físico tras el grave accidente sufrido en Misano, Tito Rabat atendió a los medios individualmente para ser más concreto en sus respuestas. En MD confesó que, por instantes, llegó a temer por su vida.
Aunque no desde fuentes oficiales, para Tito Rabat lo que le pasó en Silverstone fue uno de los detonante, si más no el principal, para que la carrera se cancelara. Rabat explicó que es inaceptable lo que sucedió durante el Gran Premio de Inglaterra.
Rins se vio obligado a tirarse de la moto a 160 km/h para evitar daños mayores ya que el estado de la pista era inaceptable. A demás, si finalmente la carrera se hubiera realizado, el catalán asegura que los daños en los pilotos de MotoGP hubiesen sido mucho más mayores.
Lo que me pasó a mí, a Rins o a Morbidelli no puede pasar más al final de recta. Imagínate una salida en la parrilla de MotoGP y se pone a llover así. La mitad de pilotos mueren. No puede suceder. Correr era súper peligroso. La pista no tenía nada de grip y si caían 4 gotas la decisión de no correr era correctísima.
Para Rabat la caída, tal vez, se hubiese podido evitar aunque el barcelonés explicó que la vuelta anterior no vio la curva tan mal como para imaginarse que el desenlace sería tan fatal. No obstante, el de Barcelona también dijo que tal vez, y visto ahora con perspectiva, la caída se hubiese evitado si hubiese tenido en cuenta la caída que tuvo el día anterior.
Nos empezamos a caer todos al final de recta y si pudimos evitarlo o no es una cosa que hay que estudiar porque todo pasó muy rápido. Una vuelta antes, pasé por ahí y se movió un poco la moto pero tampoco estaba tan mal y volví a pasar rápido a la siguiente vuelta. Recuerdo de ir en sexta a fondo y la moto hizo un ‘aquaplanning’ incontrolable y la decisión final a 300 por hora es de tirarte al suelo. Puede que también podría haberlo evitado si yo hubiera mirado antes hacia atrás.
Finalmente, el del Reale Avintia se considera muy afortunado porqué el impacto fue en la pierna y no en otra parte donde el daño hubiese podido ser irreparable, pero admite que sintió mucho miedo en la caída; ya que se sintió acorralado.
Tuve suerte de que me levanté y me dio en la pierna, ya que podía haber sido mucho peor. Si no me llego a levantar y me da la moto, hubiera sido otra cosa. Suerte que me dio en la pierna. […] Sentí miedo. ¡Mucho! Pero fue sólo por un instante, el momento en el que me dí cuenta de que podían venir motos por detrás. Aquel instante fue de ‘hostia, estoy aquí acorralado’.