La reunión de equipos con la FIA en la jornada de ayer dio para mucho. La Fórmula 1 como cualquier otro deporte, esta tomando decisiones prácticamente sobre la marcha durante la crisis del Coronavirus.
Ayer se volvió a sondear la idea de prorrogar incluso, un año más, la entrada en vigor de la nueva normativa, pasando a estar activa en 2023. Esta idea había ido ganando fuerza los últimos días, pero ayer, Jean Todt se negó a alargar tanto en el tiempo la llegada de las nuevas normas. Así pues, esta llegará en 2022 como se tenía previsto tras los primeros días de crisis debido a la pandemia.
Con las fabricas de los equipos paradas, sin carreras ni ingresos y con situaciones de ERTE ya en varios equipos, posponer la entrada de la nueva normativa era algo inevitable. Los equipos necesitan tiempo además de una gran cantidad de recursos tanto materiales como humanos para un proyecto tan importante como es la llegada de una nueva normativa. Por lo tanto, 2022 parece, dada la situación, el año correcto para la llegada de las nuevas normas.
La congelación de partes del monoplaza y el menor número de carreras que finalmente se disputarán este año también aliviará la carga en los equipos en cuanto a recursos a destinar en este año y en el que viene.
En cuanto al calendario, según informa el medio alemán Auto Motor und Sport, se empieza a vislumbrar la posibilidad de que la temporada diera comienzo con el Gran Premio de Austria. Este está fijado en el calendario para el 5 de julio, con la posibilidad de hacer una doble carrera. Y es que, con la reciente caída de Canadá, todo indica que más tarde o más temprano también caerá Francia.