El piloto del Chip Ganassi, en la IndyCar, ganó este fin de semana en Sonoma, su quinto título mundial, siendo el segundo piloto de la historia con más títulos en la máxima competición de monoplazas del ‘otro lado del charco’
El neozelandés, no tuvo una carrera demasiado complicada. Clasificó en segunda posición por detrás de Ryan Hunter – Reay, y delante de Will Power, para formar el último podio del año. Ser segundo le valía a Dixon, ya que Alexander Rossi, su máximo contrincante, necesitaba ganar y que el ya campeón quedara quinto o peor. Pero, Rossi hizo sexto, y con Dixon en el podio, vuelta tras vuelta, se confirmaba el crecimiento de una leyenda.
«Cuando miro atrás en el tiempo, y veo todo lo logrado, desde que conocí a Chip (Ganassi, jefe de equipo) por primera vez, hasta ahora, es asombroso. Soy muy afortunado de poder trabajar con este equipo, y con toda esta gente. Ha habido años donde hemos tenido problemas. No hemos conseguido los resultados que debíamos tener, pero Chip tiene un gran corazón. Siempre ha sido un buen amigo mío», declaraba Dixon, deshaciéndose en elogios hacía su equipo.
A lo que añadía que: «Todo ha sido muy raro. Siempre dudas de la situación en la que te encontrarás a principio de temporada. En la mías, más. Hmos dejado escapar algunos mundiales estos años, donde no ejecutábamos bien algunas carreras. Toda la carrera estuve pensando en las cosas que podían salir fuera de control, o cosas que podían afectar a la pista y que la carrera cambiara, por suerte, nada de esto pasó finalmente»
Para finalizar, reconoció que: «Ha habido carreras clave durante la temporada. Portland (la penúltima), fue una grande para nosotros, por la suerte, y por la capacidad de remontada que tuvimos para minimizar daños en la clasificación. Por otro lado, Toronto y Texas, y otras carreras donde nos hemos llevado la victoria, han sido lógicamente relevantes. Pero definitivamente, Portland para mi marcó la diferencia, cuando el polvo de arena se desvaneció, y vi que tenía cuatro ruedas, y que el motor aún corría, me dije a mi mismo: «Hmm… Puedo seguir conduciendo, menos mal»
Por otro lado, Hunter – Reay, campeón de 2012, veterano de la categoría, y uno de los puntales de la IndyCar desde hace muchos años, ganador en esta última carrera en Sonoma, admitió que: «Para hacer lo que el ha hecho, en esta etapa de las competiciones de motor, de la manera que están hechas, con la gran competencia entre equipos, es increíble. Es impensable hacer lo que el ha conseguido, y es asombroso saber que lo ha logrado. Es genial poder compartir asfalto con el durante estos años, pero aún es mejor ganarle carreras en algunas ocasiones (entre risas)»