Tras una intensa batalla, el piloto Suzuki logró ganar al líder del mundial. Maverick Viñales fue tercero, cerrando el podio y consolidando un triplete español.
Las Suzuki funcionan. De hecho, funcionan y muy bien. Calificada como una de las motos con mejor carenado, hoy ha sido la encargada de sacarle los colores a la invencible Honda de Marc Márquez. Pero una buena moto precisa de un buen piloto, y cuando juntas ambos con una buena puesta a punto, ni el líder del mundial ni nadie puede hacer algo al respeto.
La batalla ha estado muy reñida. Tan solo trece milésimas han sido las que han separado a Rins y Márquez al cruzar por línea de meta. Tras una bonita lucha por la primera plaza, parecía que Márquez sumaría la victoria número 6 de la temporada, pero Rins ha calculado al milímetro el espacio que dejaba Marc en la última vuelta y ha logrado adelantarle por dentro, logrando ver caer la bandera a cuadros en primer lugar.
Rins le está devolviendo las alas a la Suzuki. El piloto catalán ha logrado su segunda victoria, la primera en Austin. Además, el #42 logró subir al podio en otra ocasión y consiguió ser cuarto en otras cuatro pruebas.
Lo cierto es que a pesar de la victoria de Rins, Márquez es más líder que nunca. El piloto de Cervera llegaba con 58 puntos de ventaja en la general frente a Andrea Dovizioso y vuelve a casa con 78.
Todo fue debido a una brutal caída en la que ‘Dovi’ se vio involucrado solo empezar la carrera, en la curva 1. Al apagarse el semáforo, Márquez se puso primero, Rossi segundo y Rins tercero. Tras un susto del #42, el piloto que le seguía, Fabio Quartararo, se ha ido al suelo. Dovizioso, que le seguía, no ha podido esquivar la moto del francés y sufrió una caída tras saltar por encima de la moto del piloto del Petronas SRT. La Ducati del #04 se incendió, y el italiano debió ser evacuado en camilla. No obstante, en el momento en que abandonaba la pista, indicaba con el dedo pulgar que se encontraba en buen estado. Tras pasar por la clínica, se decidió trasladarlo al hospital de Coventry, ya que al parecer sufrió una ligera pérdida de memoria.
Al que no le hizo falta pasar por la clínica fue a Quartararo. El francés salió ileso de la caída, pero devastado tras saber que tenía un buen ritmo para poder luchar por el podio.
Tras el garrafal inicio de carrera, Rossi fue perdiendo ritmo. Primero le pasó Rins y luego Maverick, su compañero de box. Viñales intentó mantener el ritmo para llegar a la cabeza, pero finalmente cruzó la línea de meta a 0.620 de Rins.
En la novena vuelta Rins enseñó los dientes a Márquez, pero si algo caracteriza a Márquez es su escaso espíritu conformista. El #93 volvió a pasar al #42. Sin embargo, Álex iba sobrado e incluso daba la sensación de que iba a comerse al actual líder del mundial. Durante las últimas dos vueltas, la carrera se tornó de lo más emocionante: ambos pilotos protagonizaron un gran duelo de adelantamientos. Rins hizo el intento de adelantar por fuera a Marc en la última curva, pero este lo vio venir y mantuvo su línea.
En la última vuelta, Rins lo intentó de todos modos, pero no fue hasta la última curva donde pudo cambiar de estrategia para lograr engañar a Márquez. El de Cervera lo esperaba por fuera y Álex lo intentó por dentro. La jugada le salió a la perfección y protagonizó, sin duda, una maniobra para la historia.
La otra cara de la moneda llegó con Jorge Lorenzo. En su carrera debut tras un largo parón a causa de la lesión, el piloto mallorquín cruzó decimocuarto. Tampoco no tuvo mucha suerte Tito Rabat, que acabó decimosexto.
Tras una bonita persecución entre los hermanos Espargaró, Pol finalizó noveno. Aleix, sin embargo, no pudo acabar la carrera y tuvo que abandonar a causa de un problema de motor en la Aprilia.
La siguiente cita del mundial tendrá lugar dentro de tres semanas, en el circuito de Misano, en San Marino. Hasta entonces, MotoGP se despide de la acción por todo lo alto, dejando atrás una de las batallas más emocionantes de la temporada.