Daniel Ricciardo quiere subir al podio al menos una vez más en las tres carreras de Formula 1 que faltan antes de que se termine su etapa en Red Bull.
Desde su dominante actuación en Mónaco, el ‘asesino sonriente’ ha vivido tiempos difíciles. En las 12 carreras disputadas desde su victoria en el Principado, Ricciardo ha sufrido cinco abandonos y ha empezado varias carreras desde atrás por culpa de las penalizaciones.
Pese a que no ha terminado ninguna carrera por debajo de la sexta posición debido a la diferencia de ritmo con las otras escuderías, su mejor resultado ha sido una cuarta posición mientras que Verstappen ha logrado una victoria y cinco podios en el mismo período.
Esto se ha traducido en la diferencia de puntos en el mundial. Verstappen tiene actualmente 191 por los sólo 146 de Ricciardo, con siete abandonos en total. De hecho, sus dos victorias son los dos únicos podios que ha conseguido este año. El australiano quiere acabar ya con esta mala racha y conseguir al menos una victoria o un podio en las tres carreras que le quedan con Red Bull antes de marcharse a Renault en 2019.
Ricciardo se muestra ambicioso tras otro abandono en el Gran Premio de Estados Unidos, donde estaba realizando una buena actuación rodando en cuarto lugar y luchando por el podio hasta que un error en la batería, el mismo que le sucedió en Bahrein, puso punto final a su carrera.
“No lo sé, es culpa de la mala suerte. Al parecer, es el mismo problema que tuve en Bahrein, lo cual es frustrante. Muchas veces este año tengo la sensación de que las cosas están fuera de mi control, pero lo seguiré intentando. Es una pena porque me quedan pocas carreras con Red Bull y quiero estar más arriba”, declaró Ricciardo.
“Quiero celebrar una victoria con el equipo al menos una vez más, vivir el momento y disfrutar de esa emoción, pero se nos están acabando las carreras y cada vez es un poco más difícil”, reconoció el piloto australiano.
El director del equipo, Christian Horner, no pudo hacer nada más que dar apoyo verbal a Ricciardo. Después de la carrera de Estados Unidos, reveló que la frustración del australiano era tal que destrozó su habitación. Antes, ya había demostrado su frustración con el coche sobre la misma pista.