La jornada de ayer fue realmente cruel con la marca de los cuatro aros. Hasta un total de 3 unidades de Audi se quedaron fuera de carrera por accidentes. Siendo Muller y Green en la salida y poco después, fue René Rast quien protagonizó un accidente plástico y espectacular que hizo presagiar lo peor después de un ligero toque con Loïc Duval que mandó al alemán a la hierba, volando y realizando vueltas de campana en el aire.
Las imágenes fueron terroríficas y desde el box, el propio Jamie Green se tapaba la boca y mostraba un rostro de clara preocupación por el estado de salud de su compañero. Afortunadamente, Rast pudo salir por su propio pie de su Audi RS5 y al parecer el piloto no presentaba lesiones, lo cual denota la seguridad que ofrecen los coches de este DTM.
“Tenía un aspecto demacrado, pero sorprendentemente estaba bien. Estoy contento de que no me haya pasado nada”, explicaba el piloto del Audi #33, el cual no participará de la jornada del domingo y no le veremos en la carrera de esta tarde por recomendación de los médicos que le han tratado. Así pues, tendremos su baja y Audi deberá afrontar el segundo asalto de Lausitzring sin uno de sus mayores baluartes, confiándolo todo a Mike Rockenfeller.
Phillip Eng, que lo vio todo desde los retrovisores, también mostró satisfacción tras saber que Rast se encontraba bien: “Cuando vi que salía del coche, sentí un gran alivio. Eso es lo más importante, que no le haya pasado nada al piloto. Los coches pueden ser reparados. Hay suficientes recambios. Esto denota la alta seguridad que tienen los coches del DTM.”