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Red Bull-Toro Rosso: peones de un arbitrario tablero

Sin duda la factoría Red Bull – a la que asociamos por ende su marca B, Toro Rosso- ha tenido una senda de éxito desde que decidió aventurarse en la F1 recogiendo los vestigios de la antigua Minardi, aunque no siempre ha tenido un camino de rosas. Uno de sus únicos puntos débiles ha sido la fragilidad de sus alineaciones.

A dos carreras de la conclusión de la temporada 2019, una de las grandes incógnitas para la siguiente temporada serán las alineaciones de Red Bull y Toro Rosso, obviando por supuesto a Max Verstappen que si fuera por los mandatarios austríacos, su renovación sería ad kalendas graecas, sin fecha de fin.

Un año más, la alineación de ambas escuderías no ha coincidido en Australia y previsiblemente en Abu Dhabi, y es que la marca de la bebida energética más famosa del mundo ha dejado un rastro de variaciones en las últimas temporadas, subiendo y bajando pilotos en cualquier momento del año y modificando el rumbo de sus estrategias en cualquier momento.

Es momento para analizar la situación de los tres pilotos – o cuatro- en discordia que están actualmente en liza para el año que viene:

Veremos hacia qué parte de la balanza acaba cayendo este dilema, pero sin duda la factoría Red Bull arrastra ya la fama de llevar la exigencia al extremo, al límite. Y es que el gran presupuesto anual que se distribuye tanto desde Austria como desde Japón con Honda no tiene otra misión que el éxito, ADN de la marca.