Un deporte que se vive con la pasión que respira la Formual 1 tiende a ser una creadora de mitos en potencia. Esto no es nuevo. Desde las cuadrigas romanas en el circo Maximo, hasta la Formula 1 actual, hacen que la afición transporte adrenalina para insertarse en nuestro adn para siempre.
Las leyendas se forjan a parte de hechos o acciones únicos y relevantes. Este deporte no sería lo mismo sin grandes premios como Monaco o Silverston. Desde luego el GP de Brasil no se queda atrás. Forjadora de mitos, que han acunado leyendas del automovilismo que no han hecho sino acrecentar la pasión de los aficionados. El arraigo es tal, que vemos casi como una necesidad el transmitirlo a nuestros hijos. Tenemos el deseo de que esto perdure. Queremos que nuestros heroes, sean eternos.
Brasil respira Formula 1. Nombres como Emerson Fittipaldi, Ayrton Senna, Barrichello o Felipe Massa están en el recuerdo de todos. Sobretodo Senna está siempre presente. Venerado hasta el extremos, respetado por todos. La Formula 1 le rendirá homenaje una vez más.
A pesar de que Interlagos se construyó en 1940, la II Guerra mundial le cerró sus puertas a Europa. Los pilotos del viejo continente no podían participar. Ya en 1972 pudimos ver la primera carrera (no puntuable) en la que venció Carlos Reutemann a manos del Brabham-Ford. Con los deberes hechos, se ganó el derecho a repetir en el 73 con todos los derechos de un premio oficial. El piloto local Emerson Fittipaldi, con su Lotus, se hizo con la victoria cuasando el delirio de la afición local.
Los años 1974 y 1975 prolongaron la euforia de la entusiasta afición brasileña, repitiendo triunfos por parte de sus heroes Emerson Fittipaldi y José Carlos Pace con el Brabham respectivamente. Queda en el recuerdo que dos años más tarde, Pace fallecia en accidente de aviación. Descansa curiosamente cerca de la tumba de Senna, en Sao Paulo y en 1990 dio nombre al circuito Interlagos, que pasaría a llamarse Autódromo José Carlos Pace.
Seguimos hablando de leyendas. Ferrari dominó en el 76 y 77 con NIkki Lauda y Carlos Reutemann. A partir de ese momento, las carreras pasarían a disputarse en el circuito de Jacarepagua de Río de Janeiro en el 78 y desde el 81 hasta 1990. Tanto en ese parón y desde 1990 hasta la actualidad la Formula 1 en Brasil se ha disputado en Interlagos.
Centrándonos en las leyendas locales Senna ganaba en 1991 y repetía en el 93. Casi lo consigue en el 94, pero una salida de pista permitía a otra leyenda, Michael Schumacher, conseguir su tercera victoria en la máxima categoría. El joven piloto alemán repetiría en el 95, que no volvería a ganar hasta las ediciones de 2000 y 2002. El kaiser es el piloto que más veces ha ganado en Interlagos.
Fernando Alonso también ha dejado su impronta en Brasil. El tremendo accidente de 2003 o la consecución de su titulo mundial en 2005. Primer piloto español que conseguía ser campeón del mundo. Llegó tercero a la meta y se convertía en el piloto más joven de la historia en hacerse con el centro de la Formula 1. El idilio con Brasil continuaría el año siguiente con su segundo título mundial.
Brasil está lleno de momentos emotivos. También fue escenario de la despedida de Schumacher. La remontada fue espectacular, pero pudo subirse al podio al tener que retirarse, pero consumó una increible exhibición de conducción.
Los finales de 2007 y 2008 fueron de infarto. Los problemas internos de McLaren provocaron una catástrofe de la que se aprovechó Kimi Raikkonen para ganar su único título mundial. La alegría de Ferrari fue mayúscula, por lo inesperado del desenlace. Hamilton sirvió fría su venganza cuando le arrebató al año siguiente el mundial a Massa. En la última curva, Hamilton superaba a Glock (único piloto con neumáticos de seco) y lograba así la corona mundial. En el box de Ferrari no se dieron cuenta, y le anunciaron a Massa el campeonato que no había ganado. la escena fue dantesca. Dos escuderías celebrando el título mundial, hasta que la realidad le golpeó en la cara al piloto brasileño. Hamilton le arrebataba así el record de precocidad a Fernando Alonso. El primero de sus seis títulos mundiales.
En Brasil ha pasado de todo. David Coulthard también decía adios. En 2009 Button hacía historia con BrawnGP. En 2010 Vettel se alzaba como campeón para el asombro y decepción de Alonso. En 2011 Red Bull hacía doblete con autoridad. En 2012 llegaba el tercer título de Vettel y la despedida de HRT y en 2013 dijimos adios a los v8. 2015 fue el año de Rosberg, que pidió la cuenta al final de temporada. En los últimos años la emoción no ha sido tanta. Mercedes no deja que le tosa nadie en esta era híbrida, pero los aficionados disfrutaremos igual que siempre. Nos esperan un gran fin de semana. La fiesta del automovilismo y de la Formula 1.