La Formula 2 llega a Mónaco tras unos test, que han servido de paréntesis de la carrera de Bahrein.
La reglamentación de este año promete muchas sorpresas. Esa variedad en las tres carreras del fin de semana resulta atractivo para el espectador.
Como vimos en la primera carrera, el ritmo de Lawson, unido a un cuidado exquisito de los neumáticos, fue demasiado para sus rivales. Daruvala fue el único se mantuvo en la pelea. Probó la alternativa de cuidar gomas primer y cambiar a duros en la fase final. No fue suficiente.
El novato de Hitech aguantó la presión. Se mantenía a rueda de su rival de Carling a menos de un segundo y descolgando al tercero a 12. David Beckmann completó el podio. Mucho más atractiva fue la pelea, en la parte final, entre Shwartzman y Piastri.
En la segunda carrera, Piastri estuvo entre los seis primeros durante la mayor parte de la carrera, hasta que la dinámica de la carrera a 23 vueltas cambió. El coche de seguridad entró por un incidente que dejó fuera de carrera al ganador de la primera Liam Lawson.
El safety car se hacía con el protagonismo. La carrera apenas llevaba una vuelta cuando se desplegó el Safety Car debido al caos en la primera curva. Los aspirantes al título, Robert Shwartzman y Dan Ticktum, se tocaron en la entrada de la curva 1, lo que hizo que el Carlin de Ticktum trompeara y dejó a ambos pilotos fuera de la competición.
El caos se divirtió a gusto en la carrera. Pinchazos, toques, coches protagonistas fuera de carrera… Entre tanto Zhou tratando de escapar pero de nuevo entra el safety car y luego el baile de paradas. Acción frenética en los boxes, y la mayoría de los participantes tomaron la decisión de entrar a por neumáticos nuevos, mientras que el líder Zhou se quedó con los blandos.
Armstrong, que al igual que Zhou se quedó fuera, se situó brevemente en la segunda posición en la reanudación, antes de ser engullido por los pilotos con gomas nuevas, cayendo a la sexta posición. Al final, Zhou no pudo conservar la victoria, ya que Piastri se aprovechó de sus problemas y de un Juri Vips al ataque.
En la carrera del Domingo, Piastri recibió una gran dosis de suerte al entrar en la vuelta 17 y reincorporarse por delante de Lundgaard, Drugovich y Zhou, con neumáticos blandos, mientras el coche de seguridad virtual se convertía en coche de seguridad real para retirar el monoplaza de Gianluca Petecof. Esa fue la clave de la carrera.
La reanudación fue frenética, ya que Piastri adelantó a Armstrong para ponerse en cabeza, pero de nuevo le duró poco, ya que Verschoor le pasó en la curva 1 en la siguiente vuelta.
A falta de cinco vueltas, Zhou se puso en cabeza al pasar a Verschoor en la curva 4, mientras el grupo de Piastri, Ticktum y Lawson se acercaba para crear una batalla de cinco coches por la victoria.
Y con todo esto llegamos a Mónaco, donde la clasificación se vuelve crucial para el desarrollo de la carrera. Las alternativas pueden llegar si, como vimos en Bahrein, el safety car hace acto de presencia. El baile de paradas en boxes, hará clave la estrategia para optar por la victoria.
No es que sea el circuito ideal para ver una carrera hoy en día, pero Mónaco sigue teniendo ese encanto de las carreras clásicas que no podemos obviar. Esperemos un fin de semana tan divertido como el vivido en Bahrein.
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