Dos victorias consecutivas en Ferrari dan para mucho. Sirven para coger aire y fuerzas renovadas. Ya no hace falta colgar banderas simbólicas y todavía están a tiempo de hacer un campeonato digno. Lecrerc es el futuro pero no hay que olvidar a Vettel. Aunque coloso con pies de barro, sigue siendo para los tifosi un ser deificado por la mitología de la F1.

Llega la gira asiática. Miles de kilómetros separan Singapur de la vieja Europa. Entramos en la Formula 1 del presente, global. Mercedes quiere volver a tener buenas sensaciones y confía encadenar varios buenos resultados. Hamilton ya ha dejado claro que no va a arriesgar el campeonato con disputas que puedan acabar en la grava. Es el momento de mantener la cabeza fría. Cinco campeonatos y muchas lecciones aprendidas, en ocasiones por las malas, le otorgan el grado de madurez necesario para gestionar su ventaja.

Del circuito más rápido, claramente favorecedor a monoplazas como Ferrari, Renault o Racing Point, llegamos al más lento del campeonato. Un circuito callejero, ratonero como se suele decir con un total de 23 curvas (14 izquierdas y 9 a derechas) a lo largo de sus 5063 metros. Dispone de 2 zonas de activación del sistema DRS.

Es bueno recordar que Marina Bay fue la primera prueba noctura y para ello necesita una logística titánica y un dispendio económico de iguales proporciones. Hacen falta 1600 focos para vestir de luz al GP. Una iluminación especial, que minimiza el deslumbramiento, la reflexión en superficie y es cuatro veces más potente que la de un estadio deportivo al uso. Todo este esfuerzo responde a la exigencias de los estándares televisivos, por supuesto.

El clima húmedo de Singapur hace que esta prueba sea especialmente exigente a nivel fisico para los pilotos. Las altas temperaturas en la cabina (hasta de 60 grados) hacen que las 61 vueltas en carrera pongan a prueba la resistencia de los participantes.

Hace 3 años que no se supera la velocidad máxima registrada en el circuito: 335.6 Km/h. Record que aún conserva Pascal Wehrlein cuando pilotaba un Manor-Mercedes. La vuelta en carrera la conserva Magnussen con Haas, dejando el crono en 1:41.905. Su escudería acaba de confirmar a sus dos pilotos par el año que viene. Una polémica decisión que deja en el aire el futuro de un Hulkenberg al que se le agotan las opciones.

SITUACIÓN DE LOS EQUIPOS.

Mercedes tiene el campeonato controlado. Por fortuna se pueden centrar en Hamilton, claro número 1 de Mercedes, ya que Bottas tiene que reconocer que éste tampoco va a ser su año. Como buen profesional, actuará de escudero para asegurar el Mundial de Constructores y la sexta corona para su compañero de equipo. Este circuito debería favorecerlos debido a la configuración de su monoplaza. Veremos qué neumáticos eligen para comenzar la carrera, pero ya sabemos que les gustan especialmente los compuestos duros.

Ferrari va a sufrir. Este coche no está hecho para circuitos ratoneros. Le gusta galopar al viento sin curvas que mermen su rendimiento, pero en Singapur no va a ser el caso. Lecrerc quiere repetir una buena actuación, mientras que Vettel quiere recuperar la moral perdida. Como ha declarado recientemente, no está en su mejor momento, pero tampoco en el peor.

McLaren trae mejoras y no precisamente pequeñas, como dice Carlos Sainz. Habrá que ver si la diosa fortura les sonríe un poco esta vez, porque llevan dos carreras para olvidar. Diversos problemas mecánicos, unidos a fallo en el pit stop, hacen que tengan que mirar por el retrovisor para observar de cerca a Renault. Es hora de ganar puntos valiosos que permitan consolidar su cuarto lugar en el mundial de constructores.

Renault quiere seguir acumulando buenas sensaciones. Ricciardo vuelve a recuperar la sonrisa. Algo bueno tiene que estar maquinándose dentro de la escudería francesa, que hace que se esté pensando continuar con Renault más allá de 2020.

En cuanto a Williams poco se puede decir más allá de la confirmación de que Kubica no continuará el año que viene con la escudería.

NEUMÁTICOS.

Los compuestos elegidos por Pirelli son el C3, C4 y C5 –duros, medios y blandos respectivamente. Es la gama más blanda de los neumáticos de este año. Es normal en este tipo de trazados. Mercedes ha pedido una unidad más de neumáticos duros que Ferrari. Llevar un juego más de blandos, les permitirá dar algo más de guerra en este circuito frente a Mercedes.

Los italianos llevarán un compuesto más de blandos que los alemanes, nueve en lugar de ocho. En detrimento, sólo llevaran un juego de gomas duras. Con eso esperan compensar el hándicap que tendrán en este trazado con la carga aerodinámica.

Verstappen va a por todas y ha optado claramente por un mayor número de neumáticos blandos. Una estrategia agresiva que le suele ir bien, siempre que actúe con cabeza. El resto de escuderías seguirán el mismo camino que Red Bull, siendo Williams la más conservadora.