El sueco debutó con el Mercedes AMG #88 bajo lluvia en Moscú. Logró en una carrera lo que Ocon tardó diez, terminar en el top 10 en el campeonato de turismos más importante del mundo.
Tras el fichaje del codiciado joven francés Esteban Ocon por el equipo Manor de F1, el sueco vigente campeón de la FIA F3 fue anunciado para tomar su lugar en el DTM, campeonato caracterizado por contar con maquinaria muy pareja, por ende, no se esperaba que de entrada Felix lograra enmarcar una tan buena actuación.
Llovía en Moscú, y Rosenqvist clasificó noveno; alentador de entrada, pero detrás de él arrancaban cazadores como Jamie Green y Edoardo Mortara, por lo que cualquier cosa podía pasar.
Massive congrats to you @FRosenqvist! What a move 4 a rookie… First race – first point, be proud! #DTMMoscow #DTM pic.twitter.com/mVMaR5ZGEv
— DTM (@DTM) August 20, 2016
Rosenqvist perdió algunas posiciones, pero cuando iba 11°, se mandó la maniobra de la carrea: a Timo Glock lo pasó de forma espectacular para firmar una carrera memorable. Los 24 pilotos vieron la bandera a cuadros, lo que hace aún más meritorio su logro. Curiosamente, exactamente cinco años atrás, Felix empezó a hacerse conocido al ganar el Masters Of F3 en 2011.