Si este fin de semana es el de la carrera de los dos mundos como dicen en McLaren, el GP de Mónaco lo tiene muy crudo para imponerse a Indianápolis. Seguramente la de hoy ha sido una de las pruebas donde menos adelantamientos se han producido en toda la historia de la F1. Y en mi opinión ha sido también el GP más aburrido de lo que llevamos de mundial.
Como dije a principio de temporada el mundial no será perfecto y hoy ha quedado evidenciado al convertir el GP más glamuroso e histórico del calendario en el más aburrido. Si ya es difícil avanzar en un circuito como el de Mónaco, la nueva forma de ser de los monoplazas ha causado que los coches ni siquiera pudieran rodar a menos de 2 segundos de distancia.
Esto ha provocado que la única manera de avanzar fuera con las estrategias en los pit-stops y, al contrario de lo que sucede normalmente, quienes han salido beneficiados han sido los pilotos que han retrasado más su parada. La explicación es que los neumáticos (por muy ultrasoft que sean) no se desgastan en el asfalto de las calles del Principado. De esta manera Vettel ha hecho dos vueltas propias de calificación para ganarle la ventaja a un Raikkonen que ya había hecho su pit-stop y que rodaba con los supersoft. Es evidente que el ritmo de Vettel era mejor que el de su compañero. Pero como se suele decir, una carrera no la gana el más rápido sino el más inteligente. Y hay que preguntarse si Ferrari ha estado a la altura del momento. O si por el contrario ha optado por darle 7 puntos más al que Hamilton ya cree que es el favorito de la escudería italiana para ganar, y para complicarle la vida a él, claro.
Precisamente el británico ha sido una de las sorpresas del GP, quedándose fuera de la Q3 el sábado y perdiendo muchos puntos hoy respecto a Vettel (aunque vista la situación no se le podía pedir más). Que un coche como el Mercedes con un piloto como Hamilton no pueda tener ni siquiera una oportunidad de adelantar pilotos como Kvyat y Grosjean dice muy poco de la F1.
El otro gran beneficiado de los no-undercut ha sido Daniel Ricciardo. El australiano le ha robado la cartera tanto a Bottas como a su compañero Verstappen quien todavía está preguntando a su ingeniero donde está su compañero. Vuelve a demostrar que es un experto del circuito del Principado y pone interesante esta particular rivalidad que tiene con Verstappen: experiencia vs agresividad.
El primero de los mortales ha sido un Carlos Sainz que ha vuelto a hacer una carrera sin errores y en la línea de un piloto ya consolidado en F1. Si a esto le sumas la ausencia de la mala suerte (no como otros compatriotas suyos), los resultados salen. Y estos 8 puntos sitúan en una meritoria 8ª posición, 21 puntos delante de su compañero. De todos modos hay que decir que el ruso estaba haciendo una buena carrera rodando noveno, pero todo se ha terminado cuando Pérez, en una acción bastante incomprensible, le ha arruinado los puntos a alguien que no le es fácil conseguirlos.
Me ha decepcionado mucho, y creo que cualquier amante del automovilismo también, que ninguno de los McLaren acabara hoy. Los coches estaban para estar en puntos, pero sinceramente creo que ninguno de los pilotos haya estado a la altura. Button ha echado a Wherlein en el accidente más espectacular de la carrera (en una acción similar a la de Pérez) y Vandoorne se ha estrellado solo en Santa Devota durante la reanudación de la carrera después de un safety car.
La próxima carrera es la de Canadá en un circuito semiurbano completamente diferente al circuito de Mónaco. Salir de la atmósfera de Montecarlo nos servirá para ver si realmente Ferrari está tan bien y si Mercedes ha dado un paso atrás.