No sé si fue por el asfalto nuevo del circuito de Sepang, por la mala suerte de algunos pilotos, por la caótica salida, o por todos estos motivos juntos, que en mi opinión hemos vivido uno de los GP bastante más interesantes que hemos vivido últimamente.
Lewis Hamilton, quien cree que el asfalto por dónde pasa su Mercedes se convierte en oro, no se podía creer que su motor dijera basta cuando ya tenía la victoria en el bolsillo. Y es que se nota que en Mercedes están muy bien acostumbrados, ya que su único argumento era el de que su motor Mercedes había sido el único de los ocho que había en pista que había fallado. Lo que yo creo que se calló fue: “venga ya, que un Mercedes falle vale, que el de Nico falle puede ser, ¿pero el mío? ¡Eso no puede ser colega!»
Así pues, a falta de los Mercedes en cabeza estaba claro que la victoria sería para un Red Bull, y pronto vimos que concretamente sería para el de Daniel Ricciardo. Como bien apuntaban los compañeros de Movistar, a partir de que Hamilton se retiró y los dos toros entraron en boxes, Max Verstappen pegó un bajón que le permitió a Daniel abrir un gap de unos segundos que le aseguraría la victoria. ¿Cuál fue el motivo? ¿El físico?
El piloto en completar el podio fue un Nico Rosberg, quien pasó de poder perder el liderato e ir último en carrera a protagonizar una de las mayores remontadas de la carrera y a liderar el campeonato con 23 puntos de ventaja sobre su compañero. Muchos pensaréis que esto se debe única y exclusivamente a la mala suerte de Hamilton, pero yo también veo que se debe a un Nico luchador que no se rindió en ningún momento sabiendo que perdería un buen cojín de puntos importantísimos para el desenlace del mundial.
Ya fuera del podio llegó Kimi Raikonen, el finlandés tuvo una carrera muy solitaria, ya que el único con quien lucha últimamente se había retirado (Sebastian Vettel se abandonó en la primera vuelta tras complicarle la vida a su compatriota). Nunca pudo optar por luchar con los Red Bull, ni tampoco vio peligrar su posición frente a los pilotos que venían por detrás. Lo triste del asunto es que cuando llegó Nico Rosberg (des del 17º lugar) parece que ni siquiera en el equipo se plantearan una estrategia para defender la posición frente a la bala plateada. 5º llegó Bottas, otro que tal baila. Su Williams ha caido mucho en rendimiento a lo largo de esta temporada, pero Valteri sigue al pie del cañón y consigue meter regularmente el coche en los puntos. A poco más de 2 segundos de él finalizó Sergio Pérez. Esto podría parecer una metáfora de lo que sucede en el campeonato de constructores, pero lo cierto es que ya no lo es. Hablo de que Force India ya ha superado a Williams en su lucha particular por la cuarta posición, y ya es el mejor equipo no oficial que cuenta con motor Mercedes.
Fernando Alonso llegó 7º. El asturiano, sin hacer mucho ruido, ya lleva 42 puntos este año con su McLaren, hecho que le permite ser 10º en la clasificación general del mundial. Sí, ser décimo no es ser campeón o bicampeón, pero tampoco es pelear por un punto en carreras puntuales contra los peores equipos de la parrilla. ¿Entendéis por dónde voy? A ver si va a ser verdad que lo mejor está por llegar…
Nico Hulkenberg llegó detrás de Fernando. Nico sigue sumando, sigue contribuyendo a la progresión de su equipo pero ya no está de moda como lo estuvo el año pasado tras su triunfo en Le Mans. Se ve superado constantemente por su compañero, y no suena en los posibles vaivenes del año que viene. Curiosamente detrás de él terminó otro que muy habitualmente se ve eclipsado por su compañero y que la temporada que viene ya no estará. Sí, hablo de Jenson Button. El británico contribuye también a la cosecha de puntos de su equipo, pero hay poco más que decir.
Y el último en llegar en zona de puntos fue Joylon Palmer. Este sí da de que hablar porque es su primera vez en los puntos en la máxima categoría. Además tuvo que aguantar la presión de tener a un Toro Rosso a 3 segundos, concretamente el de Carlos Sainz, el cual teoricamente es muy superior al Renault, aunque nunca dio señales de ataque. Cierto es que ha tenido un año de debut muy complicado, en parte por la situación del equipo en el que está, y todo parece indicar que el año que viene no contará con un asiento.
Esta misma semana ya se disputará el GP de Japón. Solo quedan 5 carreras para que termine el mundial, y ahora sí que se empieza a poner un poco interesante saber quien ganará el mundial. ¿Serña capaz Hamilton de remontar? ¿Será capaz Rosberg de aguantar la presión y contener a Hamilton?