Miguel Molina ha hecho historia al convertirse en el tercer español en vencer en la mítica carrera de las 24h de Le Mans. Molina, junto con Antonio Fuoco y Nicklas Nielsen, le han dado el segundo triunfo consecutivo a Ferrari.

La edición de 2024 de las 24 horas de Le Mans quedarán para la historia por haber supuesto el mayor éxito del reglamento Hypercar y el BoP (Balance of Performance)

El primero ha atraído hasta 9 fabricantes a la mítica cita en La Sarthe, habiéndose confirmado la presencia de Aston Martin para el próximo año.

23 hypercars estaban en la parrilla de este año y, todos, con unas prestaciones muy igualadas. El BoP ha cumplido con su función, regulando pesos, potencia y otros factores que han permitido ver una lucha por la victoria entre Ferrari, Porsche, Toyota y Cadillac ¿Se puede pedir más?

Sí. Y es que las 24 horas de Le Mans nunca defraudan, sorprendiendo a propios y extraños en cada edición con numerosos factores que afectan al desarrollo de la carrera, obligando a los equipos a sacar lo mejor de ellos mismos, a nivel de estrategia, de velocidad y toma de decisiones en momentos críticos.

El clima, factor clave este año.

Las previsiones auguraban chubascos intermitentes a lo largo de toda la cita. Y así fue. Cuando la lluvia llegaba el sábado por la tarde, empezaba a mojar parte del circuito pero ¿iría en aumento o sería solo una lluvia local?

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Ante esa situación hubo equipos que decidieron montar neumáticos de lluvia y otros que no pasaron por la calle de boxes. En el caso de Toyota y Ferrari, optaron por montar neumáticos de lluvia con un coche dejando al otro en pista. Diferente estrategia para no perder las posiciones de cabeza fuese cual fuese el devenir de la carrera.

Posteriormente, cayendo la noche, entrada la madrugada y al final de la carrera, la lluvia volvió a hacer acto de presencia. Y, conforme avanzaba la carrera quedó claro que lo mejor en la mayoría de ocasiones era parar a poner neumático de lluvia, sumado a que los chubascos empaparon todo el circuito.

Estrategias, errores y sorpresas imprevistas en las 24h de Le Mans.

Los pequeños detalles marcaron el resultado final. Una puerta que no se cerraba bien en Ferrari, una tuerca que no entraba en Toyota, el trompo de ‘Pechito’ López cuando se acercaba al líder de la carrera… el cansancio, ir al límite y la complejidad de esta cita hizo que hubiese numerosos factores que influyeron en la estrategia y resultado final.

El más claro fue el hecho de que el Ferrari #50 rodase con la puerta derecha abierta durante unos minutos. Obligados por dirección de carrera, pasaron por boxes para cerrarla, aprovechando para repostar y cambiar el ciclo de combustible que habían llevado hasta el momento.

Eso hizo que, sin necesitar más paradas que sus rivales, pudiesen llegar a meta. Eso sí, calculando hasta la última gota de combustible y sin una fuerte presión de sus rivales, que rodaban a 30 segundos en el stint final de la carrera.

Así, gestionando combustible, en condiciones de lluvia y manteniendo a raya al Toyota #7, Nicklas Nielsen pasó por meta con un 2% de combustible restante en su Ferrari 499P.

 

Así, con numerosas luchas en pista entre los Hypercar, con cambios de liderato, estrategias, clima cambiante y una igualdad máxima ha concluido una edición histórica para España, por el éxito de Miguel Molina en estas 24h de Le Mans y para la categoría, que ha visto triunfar un reglamento que se quedará hasta 2029.