Mercedes y Ferrari, Lewis Hamilton y Sebastian Vettel. Un solo objetivo, dos rivales. Esa magestuosa lucha entre dos grandes entes de la Fórmula 1 que se repite en los mejores deportes como el futbol entre el Barça y el Madrid o en el tenis entre Federer y Nadal.
La Fórmula 1 no se queda atrás y esta temporada ha visto una guerra entre dos mundos muy distintos como la galaxia de las ‘flechas plateadas’ que esta vez eran menos flechas y la del ‘Cavalino Rampante’ que en esta ocasión era más ‘Rampante’ que nunca. Dos estilos muy diferentes de entender un monoplaza y una sola meta. Tras cuatro años de dominio plateado, este temporada el mundo rojo tenía una máquina muy potente. Parecía ser el mejor.
No obstante, llámenle mal de altura o vertigo a la victoria, Mercedes está por delante en el mundial y Lewis Hamilton se puede proclamar campeón del mundo de Fórmula 1 por quinta vez en su carrera. Esta temporada los aficionados han podido ver un británico más sosegado fuera de la pista, pero un torbellino dentro de ella. Tras el parón veraniego, Hamilton suele revolucionar el campeonato, pero Sebastian Vettel daba un golpe sobre la mesa en Spa y demostraba que Ferrari había dado un paso al frente.
El miedo se instalaba en Brackley que encontraron la solución a todos sus problemas. ‘Hammer Time’ en las próximas cuatro carreras con cuatro apabullantes victorias de Lewis. Italia, Singapur, Rusia y Japón. Quizás las más dolorosas para Ferrari fueron las de Singapur y Japón, trazados que tenían en los últimos años tinte rojo.
La paz interior de Hamilton resaltaba frente la vorágine de autodestrucción que había dentro de Ferrari y de Sebastian Vettel. Esas cuatro carreras firmaron la sentencia de muerte a la guerra de los mundos que vivía la Fórmula 1. El planeta Mercedes tenía el campeonato de pilotos en el bolsillo, era cuestión de tiempo.
México puede ser un año más el verdugo de una ‘Scuderia Ferrari’ que intenta a la desesperada una remontada imposible. Hamilton está en el liderato con 346 puntos, 70 más que Sebastian Vettel. El calendario marca que quedan tres carreras por disputar, lo que representa un total de 75 puntos en juego.
Hamilton necesita marcarse cinco tantos en su casillero para hacerse con el campeonato en el Autódromo de los Hermanos Rodríguez. Según las reglas de la FIA, el séptimo lugar proporciona seis puntos al piloto, por lo que el británico necesita acabar al menos en la séptima plaza para alzarse con el título.
Viento muy de cara para el de Mercedes que tan solo ha cruzado la línea de meta dos veces esta temporada fuera del podio, China y Canadá.
La guerra de los mundos está llegando a su fin. La constelación plateada tiene la posibilidad de hacerse con su quinto título de pilotos consecutivo. En cambio, la galaxia Ferrari ve como lo único que está en sus manos es intentar ganar la carrera y esperar que todas las estrellas se alineen contra Hamilton y quede fuera de los puntos.
A Ferrari solo le vale ganar, ganar y volver a ganar para girar una tortilla, siempre con cebolla, que está muy hecha por el otro costado.
La única brecha por donde Ferrari se puede agarrar para celebrar una temporada venida a menos es la del campeonato de constructores. Quedan 129 puntos en juego y, aunque Mercedes esté en el liderato, la ‘Scuderia’ está en la segunda plaza 66 tantos por detrás.
La constelación roja también lo tiene difícil, pero un mal día de Mercedes puede igualar los números y reactivar la guerra.
El mundo plateado ha demostrado ser muy solvente durante la temporada y eso le puede dar un campeonato que parecía tener perdido a mitad del calendario. En cambio, la galaxia roja ha tenido un coche realmente fuerte y, en partes del año, muy superior al Mercedes, pero no ha sabido ganar. Ha tenido problemas con un Sebastian Vettel que ha sufrido mucho y se ha ido poniendo piedras en su propio camino. Ahora solo queda esperar y ver qué le depara el futuro a cada uno de los protagonistas.