Scott McLaughlin se ha llevado la victoria en la última carrera del iRacing IndyCar Challenge por delante de Conor Daly y de Santino Ferrucci tras un esperpéntico final en Indianapolis.
Tras seis semanas de carreras, el iRacing IndyCar Challenge ha llegado a su última ronda en Indianapolis. El evento de e-sports se cerró con una carrera en el Brickyard, si bien se disputó a tan solo 70 vueltas (175 millas). La parrilla estuvo formada por los habituales 33 pilotos, y se celebró una clasificación previa en las que los más lentos, entre los cuales se quedaron Kyle Kaiser o Robert Wickens, no pudieron participar en la carrera. Entre los participantes se encontraba, tras su victoria en Austin, Lando Norris.
Scott McLaughlin se hizo con la Pole al batir, precisamente, al McLaren de Norris. Las tres primeras vueltas estuvieron marcadas por los cambios de posición en cabeza, hasta que la primera bandera amarilla llegó debido a un accidente múltiple que tuvo a Tony Kanaan y Álex Palou entre los involucrados.
Scott Speed, que se había hecho con la cabeza al principio, lideraba la prueba en la resalida. Tras él se encontraban Will Power y Graham Rahal, que rápidamente se echaron encima del expiloto de Toro Rosso y empezaron una pelea por el liderato a la que acabaría uniéndose Norris.
Finalmente, Power dio cuenta de Speed y se puso en cabeza. El estadounidense abrió demasiado la trazada en una curva y perdió el ritmo para seguir al australiano de Penske. Rahal cometió el mismo error que Speed y también perdió varias posiciones.
A pesar del gran ritmo y de la habilidad de Norris en iRacing, el piloto de McLaren en la Formula 1 no pudo hacer nada para impedir que Power se escapara en el primer stint. Tras las paradas, la distancia se aumentó todavía más, ya que Power gestionó el tráfico mejor que Norris.
Sin embargo, el piloto de Penske optó por la estrategia a dos paradas, mientras que Norris se mantuvo en pista y entró varias vueltas más tarde. Una bandera amarilla, no obstante, le dio el liderato a Simon Pagenaud gracias a su estrategia.
Otra amarilla fue mostrada cuando Josef Newgarden, Sage Karam y Takuma Sato chocaron y provocaron una carambola que involucró a una enorme cantidad de pilotos. Este incidente despejó el tráfico que separaba a Norris y McLaughlin, de Pagenaud.
Aprovechando esta circunstancia, Norris se metió en el duelo entre Pagenaud y Rahal, pero un accidente derivado del contacto entre el francés de Penske y el norteamericano de RLL cambió el curso de la carrera a favor de McLaren SP. Norris lideraba por delante de Oliver Askey y Patricio O’Ward.
Sin embargo, la carrera estaba lejos de quedar así: Norris golpeó a Pagenaud por detrás después de una importante pérdida de velocidad, presuntamente intencionada, en el Penske del francés. La carrera estaba entre O’Ward, Askew, Santino Ferrucci y Marcus Ericsson.
Los dos McLaren SP lideraban, pero Ericsson les superó a ambos en la penúltima curva de la última vuelta. O’Ward lo dio todo por la victoria y acabó dejando fuera al sueco tras una maniobra suicida. Askew tenía la victoria en su mano, pero Ferrucci, que trataba de superarle, giró para chocar con él en un movimiento completamente antideportivo.
A dos curvas del final, McLaughlin era quinto y, sin embargo, el neozelandés acabó haciéndose con la victoria. Conor Daly, al igual que el piloto de los Supercars, se hizo con el segundo puesto de manera fortuita. Ferrucci cruzó la meta tercero a pesar del incidente final.
Pese a sus incidentes, Askew y O’Ward fueron cuarto y quinto, respectivamente. Tras haber pasado el resto de carreras virtuales sin pena ni gloria, Sébastien Bourdais y Ryan Hunter-Reay consiguieron unos buenos sexto y séptimo puestos, respectivamente. Otro Andretti, el de Zach Veach, fue octavo, con los Ganassi de Felix Rosenqvist y Scott Dixon noveno y décimo. La carrera puede verse en los canales oficiales del campeonato.
Este disparatado final pone fin al iRacing IndyCar Challenge, que ha permitido ver a prácticamente toda la parrilla en acción. A la espera queda el campeonato de saber si la acción real podrá finalmente arrancar el próximo 6 de junio en Texas.