La lluvia ha convertido lo que parecía una carrera apacible, con una buena remontada de Hamilton que lo habría dejado a las puertas del podio para minimizar daños, en una carrera loca donde Hamilton se ha movido mejor que nadie y ha tenido ese punto de suerte del campeón para llevarse no solo una victoria improbable, también un liderato de 17 puntos más que interesante.
Sebastian Vettel estaba gestionando con sobriedad la carrera, sabiendo que si él hacia su parte del trabajo, como mínimo se llevaría 7 puntos de ventaja extra respecto a Hamilton, que podían aumentar a 13 si Räikkönen aguantaba al británico, poniendo 21 puntos en el campeonato. Entonces ha llegado el caos, en la fase central de la carrera los equipos han empezado a mirar la cielo, se acercaba lluvia. El problema es que en un circuito con la configuración del de Hockenheim la lluvia puede afectar solo parcialmente, y eso es lo que ha sucedido, en la curva 6, la más alejada del circuito, ha empezado a llover con una intensidad moderada. El caos se ha acabado de organizar cuando la lluvia se ha extendido a la zona del estadio, ha sido allí donde Sebastian Vettel ha cometido un error en la apreciación de las condiciones de adherencia del asfalto en la entrada del estadio y se ha pasado de frenada, estrellando su coche contra el muro.
Entonces Hamilton se situaba tercero, pero la parada de Räikkönen y la de Bottas le han dejado primero, maximizando su ganancia por el abandono de su rival. Después ha sabido mantener su posición con neumáticos más desgastados que los de sus rivales. Con la victoria, Hamilton le da la vuelta al campeonato, le da un colchón de 17 puntos muy interesante de cara a una segunda mitad del campeonato que el año pasado se le dió muy bien contra unos Ferrari, que eso si, no estaban al mismo nivel que este año.