Repetición en Monza del “juego” de 2019. De nuevo los pilotos volvieron a querer sacar máximo partido de los rebufos en el templo de la velocidad. Algo que ha dado pie a errores de pilotos y a algunos enfados.

Pero resulta que la receta era centrarse en el propio pilotaje y hacer una gran vuelta. Lo que ha hecho Carlos Sainz que durante toda la sesión de clasificación ha “pasado” de rebufos. Sale tercero mañana e iguala así su mejor posición de parrilla en Fórmula 1. En primera línea, los Mercedes, que evidentemente, no han necesitado rebufos. Son otra liga, en clasificación y carrera.

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En la Q1 se armó el quilombo que dirían los argentinos, Kimi Räikkönen y Esteban Ocon incluso rozaron el colisionar entre si en esa auténtica locura de buscar un buen rebufo. Parecía una mini carrera, pero finalmente, los que se esperaban acabaron siendo los que quedaron fuera de Q2. Ambos Williams, un Haas, el de Romain Grosjean, Antonio Giovinazzi y Sebastian Vettel. Un Ferrari en Monza, fuera de Q2, poco más que añadir.

En Q2 se volvió a los rebufos, y las cosas se apretaron, muy mucho, la zona media estaba en apenas cuatro, cinco décimas en ocasiones. Aquí llegó el tope de Ferrari en este año en clasificación, la Q2, pero el sonrojo es mayor cuando se corre en casa. Charles Leclerc sólo pudo ser P13 para mañana. A resaltar también el error de Daniel Ricciardo dando rebufo a su compañero Esteban Ocon. El australiano se salió de pista e hizo flaco favor a su compañero con ello, quien se quedaría fuera de Q3.

Con la primera línea decidida de antemano en la Q3, la cosa estaba en ver quien sería tercero. Y aquí apareció Sainz dando la sorpresa. Llevaba haciendo una soberbia clasificación en los “rounds” anteriores y la decisiva, firmo el tercer mejor registro a ocho décimas de Lewis Hamilton que hizo la pole. Valtteri Bottas partirá segundo, hoy muy cerca en tiempos de Hamilton. Sergio Pérez también quedó por delante de Max Verstappen haciendo una gran vuelta de Q3.