Las máximas categorías de automovilismo y motociclismo trabajan constantemente para mejorar la seguridad de los pilotos, una prioridad hoy en día. Ambos campeonatos han introducido novedades a lo largo del tiempo tanto en los circuitos como en los monoplazas y motos.
En primer lugar se han enfocado en conseguir que las barreras protectoras sean más seguras que un muro de neumáticos, muchas veces insuficiente.
En los circuitos
En Fórmula 1 se introdujeron las protecciones TecPro. Se trata de unas barreras fabricadas y patentadas por la empresa TecPro Barriers, fundada en 1998 por Rafael Galiana. Comenzaron utilizándose en pistas de karting y, gracias al trabajo de adaptación junto a la FIA, se emplean ahora en circuitos de todo el mundo y en diferentes competiciones del máximo nivel.
Entrando en detalle, son pequeños muros unidos mediante 3 eslingas o cinturones, garantizando su unidad en caso de impacto. Cada uno de estos muros está relleno por una espuma de densidad modular, reforzados por una lámina metálica doble.
Cada bloque tiene un importante poder de absorción, de hasta 200 km/h. Son simples, poco pesadas y fácil de implementar en un circuito.
Si los comparamos directamente con una barrera de neumáticos, se observa la clara mejoría que aportan. Un sistema de neumáticos de 18.000 unidades necesita 1.000 metros de cinta, 36.000 tornillos, 40 camiones para transportarlos y 20 personas de mano de obra.
Si en su lugar se instala un sistema TecPro harán falta 750 bloques reforzados, 370 absorventes, ningún tornillo, 15 camiones y seis personas de mano de obra.
En MotoGP también se ha añadido protección a los neumáticos: los airfence. Se llaman así por el nombre de la empresa que los fabrica, Airfence Safety Systems. Consisten en muros de PVC rellenos de aire por módulos.
Este tipo de barreras son muy útiles en motociclismo pues absorben el impacto de un piloto que se haya caído de su moto sin que sufra daños. Si impacta contra este tipo de barreras sujetará su cuerpo de manera que evite lesiones graves.
A diferencia de Fórmula 1, en motociclismo se ha buscado una alternativa que no solo absorba el impacto de un vehículo, sino que también proteja a un piloto de lesiones graves. Un claro ejemplo de su buen funcionamiento fue el accidente de Dani Pedrosa en 2008 en Alemania, cuando se cayó a 240 km/h y chocó contra una de estas protecciones.
Cerca del piloto
Pero la seguridad no solo se refuerza en los circuitos, sino también cerca del piloto. En Fórmula 1 ya es obligatorio el halo, un dispositivo hecho de titanio, metal extremadamente resistente, en forma de T curveada que se instala en la parte frontal de la cabina del piloto. Su buen funcionamiento ha permitido que se implemente también en categorías soporte, desde la Fórmula 2 hasta la Fórmula Regional.
En MotoGP se siguió un camino similar, instalando un sistema de protección en el mono del piloto: el airbag.
“El sistema Alpinestars Tech-Air protege el torso superior. Se compone de un chaleco, que contiene el airbag, el sistema sensor, la electrónica y el mecanismo de inflado, dentro de un protector de espalda que se encaja en el mono”, explicaba Jeremy Appleton, de Alpinestars en 2018.
Continúa: “El sistema controla al piloto cada dos milisegundos. Si nota que se desestabiliza o puede producirse un impacto inminente, un algoritmo procesa los datos hasta que se decide si requiere protección. La decisión tarda entre 8 y 50 milisegundos en tomarse; y una vez disparado, el airbag se infla en 25 milisegundos.”
La seguridad seguirá siendo una prioridad.
Queda comprobado que hoy en día se invierten muchos esfuerzos en mejorar la seguridad de los pilotos. Cada campeonato lo hace adaptándose al tipo de impacto recibiría un piloto, si va en un monoplaza o se cae de su moto.
Tampoco queda la menor duda de que Fórmula 1 y MotoGP seguirán trabajando en el futuro para que estos deportes, que siempre serán de riesgo, sean cada vez más seguros.