El halo, desde su llegada a la F1 en 2018, ha ayudado a proteger la integridad de los pilotos en graves accidentes. Hoy, repasamos en qué consiste y respondemos a todas las dudas frecuentes sobre este sistema de protección.
¿Qué es el halo? ¿Es la mejor opción para proteger al piloto?
El halo es un sistema de protección ubicado sobre el cockpit, rodeando la cabeza del piloto. Antes de su entrada en F1, la FIA sopesó junto con equipos e ingenieros qué sistema implementar. En los años anteriores, especialmente en 2016 y 2017, las pruebas del ‘aeroscreen’ y del ‘halo’ se incrementaron.
Finalmente, el 19 de julio de 2017, la FIA se decantó por este sistema, mientras que otros campeonatos como la Indycar han apostado posteriormente por el ‘aeroscreen’.
Este lo descartó la Federación por las numerosas quejas de los pilotos que lo habían probado, pues la visibilidad era peor. De hecho, se puede pensar que el pilar central del halo debe ser incluso peor, pero lo cierto es que los pilotos siempre van buscando el vértice de las curvas, que no está en el centro del campo de visión.
¿Por qué tiene esa forma?
El halo está formado por tres pilares anclados en diferentes puntos al monoplaza. La forma que tienen impide que cualquier objeto de grandes dimensiones pueda golpear la cabeza del piloto, pues los pilares quedan por encima del casco.
¿De qué material está fabricado?
el Halo está hecho de titanio grado 5, material usado mayoritariamente en la industria aeroespacial, y que es conocido por su alta resistencia y rigidez en comparación con su peso relativamente bajo.
Para su fabricación, se necesitan piezas de mecanizado de última generación para realizar el mecanizado final y el posterior a la soldadura. Y es fundamental una cámara en una atmósfera cerrada para realizar el proceso de soldadura.
Todos los dispositivos están controlados por geometría, verificados por peso y se someten a pruebas no destructivas, que incluyen rayos X y pruebas de grietas
¿Qué pruebas has superado?
Este sistema de protección está preparado para soportar una fuerza vertical de 116kN, lo que equivale al peso de un autobús londinense de dos plantas.
Durante las primeras pruebas, Matt Morris, exingeniero jefe de Mclaren, explicó: «Ha sido un gran desafío. Las cargas son muy, muy altas. Siempre supimos que iba a ser un reto e invertimos parte de tiempo y dinero en hacer bastantes pruebas.”
“Cuando ves cómo hacen la prueba, da mucho miedo la cantidad de carga que ponen, la carga para la que está diseñado.”
¿Cómo afecta a la aerodinámica del monoplaza?
La llegada de este elemento conllevó un efecto enorme en los flujos aerodinámicos de un Fórmula 1. Los ingenieros han trabajado desde su implementación para evitar que sea demasiado perjudicial a la aerodinámica del coche.
Padromou, exjefe de aerodinámica de Mclaren, explicó en su día: “Existe un desafío ahí con el que lidiar desde el principio. Luego hay que ver qué oportunidades da y explorarlas.”
“Abre algunos caminos interesantes y estoy seguro de que habrá variedad de soluciones. Todos se enfrentarán al desafío de ver cómo afecta al flujo de aire que va hacia el motor, los conductos de refrigeración y el alerón trasero.”