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LA PIZARRA: ANÁLISIS GP DE BARÉIN

¡Menuda carrera! El final más apretado de la historia del GP de Baréin se vio ayer en una de las ediciones más tensas del evento en su historia. 2014 fue interesante por la acción en pista, pero el de 2018 lo ha sido por la acción y estrategia de los equipos. Porque, a veces, no hacen falta adelantamientos para que una prueba sea estratosférica.

A lo largo de la historia ha habido carreras en las que la estrategia ha sido clave, y una elección a última hora ha dado la victoria de forma magistral. Por ejemplo, Hungría 1998 o Francia 2004 son dos carreras recordadas por la maestría de Michael Schumacher y Ross Brawn.

Ayer, en Baréin, la maestría fue de Mercedes, pero no la victoria. El motivo, explicado a continuación.

ESTRATEGIA BASE: 2 paradas

Así lo indicó Pirelli. Como ya mencionamos en la anterior entrega de ‘La Pizarra’, la estrategia base es la más sencilla y más rápida. En el caso de Baréin, dada la degradación de los neumáticos superblandos, se abrió opción a que existiese una segunda detención en boxes.

Esta estrategia, en teoria, es la más rápida. Sobre el papel, el neumático medio era demasiado perjudicial debido a su menor ritmo por vuelta. Los neumáticos blandos y superblandos eran perfectos porque se complementaban. La estrategia más efectiva, quizá, era la de superblando – blando – superblando. Esto significaba que la parte central de carrera sería más pausada y flexible.

Un coche de seguridad en el último tercio de la prueba hubiese animado mucho las cosas, pero Baréin es ancho y con amplias escapatorias. Apto para adelantar y hacer valer los neumáticos superblandos a final de la misma. Muchos equipos eligieron ir a os paradas. Irónicamente, pese a ser la más rápida, no fue la ganadora.

ESTRATEGIA ALTERNATIVA: 1 parada

Detenerse en una ocasión fue la variante que resultó ganadora, y en las tres formas posibles: superblando – blando, superblando – medio, blando – medio. Y, curiosamente, las tres se vieron en el podio con Sebastian Vettel, Valtteri Bottas y Lewis Hamilton.

Pero, aunque Vettel se llevase la carrera, el peso de la estrategia lo llevó Mercedes. En Ferrari estaban preparados para una estrategia a dos paradas de las flechas plateadas, y por eso mandaron inmediatamente al pit-lane al alemán una vez abrió la lata Mercedes con Bottas. Picaron, y de lleno.

Lo bueno de la estrategia a dos paradas que tenía en mente Ferrari es lo que mencionamos antes: fiabilidad. La posibilidad de variar el desarrollo de la misma, e incluso de cambiarla a una parada. Pero, de hacerlo, el problema eran los neumáticos blandos.

La intención de la Scuderia era trazar los dos caminos. El incidente en el pit-lane de Kimi Räikkönen fue un golpe para los de Maranello, pues no tenían la opción de buscar el doblete a base de ritmo con el superblando en el relevo final. Vettel se quedó solo con un dilema: arriesgarse a dos paradas o seguir con una. Desde el muro optaron por lo segundo, y casi les sale rana.

El motivo por el que siguieron en pista fue el ritmo de los Mercedes. Pese a sacarles siete segundos, no era suficiente para remontar y recuperar la primera posición en caso de detenerse. Un momento importante en este aspecto fueron las dos vueltas en las que Vettel peleó con Hamilton, cuando se encontraron tras la parada del británico. Bottas pasó de estar a seis segundos a poco más de tres segundos y medio. Eso, de cara a final de carrera, casi le pasa factura a Ferrari.

Los neumáticos blandos empezaron a caer en la parte final de carrera de forma escandalosa. Mercedes, con medios, recortó a marchas forzadas. Lo lógico tras un relevo largo: las gomas más blandas pierden eficacia antes las más duras. Pero no fue suficiente, y Bottas sufrió detrás de Vettel en los metros finales, sin casi opción a adelantar al tetracampeón alemán.

Tiempos en mano, la estrategia de Mercedes era la más rápida a final de carrera –aunque la duda queda en el aire por el incidente de Räikkönen-. Vettel mantuvo posición en pista, y acabó beneficiado pese a que Baréin permite los adelantamientos. Bottas fue segundo, y Hamilton consiguió remontar hasta el tercer puesto.

Además, si se echa un vistazo al pelotón, sólo hubo cuatro pilotos que fueron a una parada. Los tres integrantes del podio ya se han mencionado y analizado, mientras que el cuarto es Marcus Ericsson.

El de Alfa-Romeo Sauber consiguió auparse hasta el noveno lugar gracias al bajón de rendimiento en general que hubo en la parte central de la prueba. Mientras unos ahorraban carburante de forma agresiva, Ericsson mantenía su ritmo constante. Además, aprovechó a la perfección el buen trato que da su monoplaza a las gomas.

Con esto se demuestra que la F1 es un deporte en movimiento constante. Mucha previsión antes de la carrera, y al final es una decisión arriesgada la que da la victoria. Por eso, el GP de Baréin de 2018 fue una muy buena carrera.

RESUMEN ESTRATEGIA GANADORA GP BARÉIN

 

FOTO | Ferrari Media Services