Hasta 106 técnicos de competición de la promoción 2021/23, entre automovilismo y motociclismo, celebraron su graduación y el inicio de su carrera profesional
El Auditorio de la Fundación Once de Barcelona fue escenario de la entrega de diplomas a los alumnos de la promoción 2021/23 de Monlau Motul Technical School, que les acredita como nuevos mecánicos de competición. Tras dos o tres años de formación, en función del caso, 61 técnicos de automovilismo y 45 de motociclismo pusieron el punto final a una intensa e importante etapa personal.
Para muchos, un sueño de infancia que se ha hecho realidad, como indicó Jaime Serrano, CEO de Monlau Motul Technical School: “Desde pequeños querían dedicarse al mundo del motorsport, y esta formación es el punto de salida. En Monlau Motul buscamos que los alumnos tengan una experiencia 100% real, con un profesorado permanentemente actualizado. La actitud positiva y proactiva siempre es un camino al éxito, y así lo han demostrado desde el primer día”.
Esta promoción, la 25ª de motociclismo y la 19ª de automovilismo, ha estado formada por 106 estudiantes procedentes de 13 comunidades autónomas de España –con 19 provincias representadas– y siete países distintos: España, Andorra, Portugal, Francia, Italia, Argentina y Chile.
Acompañados por sus familiares y por el equipo docente, los estudiantes graduados darán, a partir de ahora, el salto definitivo al mundo laboral. Y lo harán con una cierta experiencia acumulada gracias a la metodología única de Monlau Motul, que combina una potente parte teórica impartida en las aulas-taller del centro con numerosas prácticas realizadas en las instalaciones del centro, en circuitos donde la escuela tiene convenio, así como las más reales, aquellas desarrolladas en campeonatos internacionales donde la escuela tiene equipo de competición: el Team Estrella Galicia 0,0 en JuniorGP y el Team Monlau Motorsport en la F4 Española.
“En Monlau Motul somos una escuela, pero también somos un equipo. Y qué mejor que poder nutrir de alumnos y profesores estos equipos de competición para conseguir podios, victorias y campeonatos. Eso implica tener un equipo docente que está activo y permanentemente actualizado”, añade Serrano.
La ceremonia de graduación sirvió, también, para celebrar un año muy especial para el Grupo Monlau, que cumple el 40ª aniversario de su fundación y el 25º de la creación del primer centro de formación en motorsport. “Ver a tantos alumnos motivados e ilusionados por cumplir su sueño en nuestra escuela es una responsabilidad, pero también un orgullo enorme”, afirmó Iban Ventura, director general del Grupo Monlau. Desde su creación, más de 3.500 titulados han pasado por la escuela y, actualmente, dos de cada tres exalumnos están trabajando en el sector.
La buena reputación alcanzada por el centro fue uno de los grandes estímulos que llevaron a apuntarse a Oscar Torlá, el número 1 de la promoción de automovilismo: “Buscaba una formación con mucha práctica, y rápidamente encontré a Monlau Motul. Con la prueba de acceso ya vi que el nivel sería alto, señal que llegaríamos lejos. Sales muy bien formado y con experiencia para empezar a trabajar”.
Procedente de Italia y con el mejor expediente en motociclismo, Edoardo Palmieri señaló la calidad del profesorado como una de las claves del éxito. “Desde el primer día tenemos a nuestro lado a unos profesores de mucho nivel. Y esto, sumado al equilibrio entre teoría y práctica y unas buenas instalaciones, hace que sea un centro de motorsport único en el mundo”.
Tanto ellos como cuatro alumnos más fueron premiados con las becas a la excelencia Monlau Motul, reservadas a los tres mejores expedientes académicos en ambas disciplinas. Oscar Torlá, Aleix Martí y Sergio Gámez en automovilismo, y Edoardo Palmieri, Antonio Aceituno y Lorenzo Capriotti en motociclismo, recibieron su beca de la mano de Sandra Iniesta, Marketing Director de Motul Ibérica. “Es el segundo año que desde Motul podemos ayudar a las jóvenes promesas del motorsport y apostar por la evolución del talento, y estamos muy contentos por ello. Estamos comprometidos con la formación, que es clave y debe permanecer en el futuro, pero aún más con la actitud y los valores”.
La puntuación final es una combinación de notas y valores como la progresión y la actitud, y para algunos alumnos, como Oscar Torlá, era un objetivo claro: “Cuando completé mi matrícula ya le dije a mis padres que quería tener el mejor expediente”.
Uno de los numerosos alicientes que tendrán los futuros estudiantes de mecánica en motorsport, que volverán a pisar próximamente la Monlau Motul Technical School para hacer de su pasión la profesión de sus vidas.