Los estragos de la pandemia del Coronavirus siguen haciendo mella en el deporte, aunque, claramente, es lo de menos en una situación así. Hemos ido viendo las cancelaciones de pruebas y aplazamientos en los diferentes campeonatos del motorsport. La IndyCar lógicamente tampoco a escapado a ello.
Ya a mediados de mes, la Indicar anunciaba la suspensión de las cuatro primeras citas del calendario de competición debido a la pandemia y ponían el punto de mira precisamente, en las 500 Millas de Indianápolis como punto de partida del campeonato. Estas estaban previstas para mayo, pero, visto que la pandemia está justamente empezando a tomar fuerza en Estados Unidos, se abre un escenario nuevo para el calendario de la Indy, y para su prueba reina, esas 500 Millas de Indianápolis.
Así pues, finalmente se ha comunicado que la mítica prueba del automovilismo tendrá lugar en verano. Concretamente será el 23 de agosto cuando se disputen las 500 millas de Indianápolis. Mark Miles, CEO de la Indycar ya vislumbraba este posible escenario cuando se anunció la cancelación de las cuatro primeras carreras.
“Haremos todo lo posible para poder disputar las 500 millas de Indianápolis en mayo. Si de alguna manera eso no fuera factible, analizaremos todas las otras posibilidades. Nadie sabe las respuestas, incluida la posibilidad de que los Juegos Olímpicos no se celebren», citaba Miles en declaraciones a mediados del presente mes.
Cabe recordar que Fernando Alonso tomará parte de la prueba al volante del Arrow McLaren SP Chevrolet, en su intento de completar la Triple Corona.