Tres jóvenes pilotos de la Ferrari Driver Academy probarán próximamente un Fórmula 1. Schumacher e Illot tendrán un FP1 en Nurburgring, y Shwartzman en Abu Dabi. Ferrari apuesta por el futuro, y eleva la exigencia de pilotar para los de Maranello.
La alegría va por barrios, y de ello sabe mucho Ferrari esta temporada. El desastre en Fórmula 1 contrasta con los éxitos de los pilotos de la Academia en Fórmula 2, que están cuajando un excelente curso. Prueba de ello es el premio que van a poder disfrutar tanto Mick Schumacher como Callum Illot en el Free Practice 1 del Gran Premio de Eiffel, subiéndose a un Alfa Romeo y un Haas respectivamente. Robert Shwartzman tendrá que esperar a Abu Dabi para hacer lo propio.
El asunto Schumacher trasciende lo deportivo. Indudablemente el apellido es más que un reclamo en el mundo de la Fórmula 1. El hijo de Michael es el principal reclamo de la Ferrari Driver Academy, y cuenta además con mucho respaldo en Alemania, donde le ven como una esperanza ante la no lejana retirada de Vettel. En su país necesitan un referente joven, y Mick ha sabido ir capeando las dudas sobre su rendimiento para aspirar a representar al país teutón algún día.
Con el título de la Fórmula 3 Europea en 2018, y teniendo al alcance de la mano el campeonato de Fórmula 2 en este 2020, Mick Schumacher, en la Ferrari Driver Academy desde 2019, tiene una carta de presentación mucho más allá de su apellido. Por su parte Callum Illot cuenta con un tercer puesto en GP3, y aunque aún es contendiente al trono de F2, lo tiene complicado tanto por la diferencia de puntos como por el rendimiento de Mick. Aun así, dados los huecos que pueden quedar en Fórmula 1 el próximo curso, es una alternativa a tener muy en cuenta.
Caso distinto es el de Robert Shwartzman. El ruso lleva batallando de forma sólida desde sus inicios en monoplazas, con sendos terceros puestos en Fórmula 4 y en la Eurocopa de la Fórmula Renault, habiendo ganado la Fórmula 3 el pasado año, debutando de forma sorprendente este curso en Fórmula 2. Con Robert podrían ir más lento en su formación, dándole la Ferrari Driver Academy un segundo año en F2 para consagrarse. Eso sí, el de San Petersburgo ya presumía en redes sociales esta semana de disponer de la superlicencia.
No tendrían prisas en Maranello con la Ferrari Driver Academy si no dispusiesen de huecos en los equipos de la órbita Ferrari en Fórmula 1. Leclerc y Sainz serán los oficiales en el equipo principal, pero ni Haas ni Alfa Romeo tienen claro su futuro. La escuadra americana podría prescindir de ambos pilotos, y a nadie extrañaría, aunque Guenther Steiner no es partidario de un cambio tan radical. En Alfa se le acaba el tiempo a Giovinazzi, y Kimi Raikkonen aún no sabe si renovará. Ante posibles eventualidades, bien hacen en Italia en dar minutos de pista a tres diamantes que tanto están brillando.
El que mejor lo tiene para dar el salto es Schumacher. Motivos en lo deportivo y en lo referente al marketing no le faltan, y de ganar la F2, sería un movimiento lógico. Asentarse en Fórmula 1 en un Alfa Romeo junto
a un veterano como Raikkonen supone una garantía, y lo pondría en dirección Ferrari de progresar adecuadamente. Hay que recordar que Sainz ha firmado con la Scuderia por dos temporadas, así que sería ésta una forma de darle mucho valor a un asiento que puede ser muy disputado, y más si Illot acaba en Haas. Para los americanos Pérez sería una pieza que podría encajar al lado del británico, y haría las de Cicerone para el novato.
Ferrari tiene poder de decisión sobre seis asientos en Fórmula 1, y a largo plazo solo el de Leclerc parece asegurado. Los italianos van a hacer valer un programa de jóvenes pilotos que les está dando resultados, y que además les otorga un valor añadido: la exigencia que supone estar en Maranello. Solo les falta un coche ganador para el futuro, algo que acabarán logrando. La apuesta por la Ferrari Driver Academy es valiente, y en los tiempos que corren, es un logro que hay que colocar en el haber de Mattia Binotto. El tiempo, como siempre, le dará o quitará la razón.