Parece que los malos presagios invaden de nuevo el escenario de la escudería japonesa pues su cierre de pretemporada en Qatar no ha sido precisamente un camino de rosas tal y como ya habían manifestado Álex Márquez y Crutchlow.
De hecho, ambos pilotos han comentado en numerosas ocasiones durante esta pretemporada que el tren delantero de la Honda presentaba poca estabilidad en la entrada de las curvas, o que, tal y como aseguró el inglés, la moto deja unas sensaciones extrañas.
Sí bien es cierto, durante los últimos test en Losail todos llegaron a intuir que algo no iba en la línea de la escudería de la triple corona. De hecho, la materialización más directa de tal percepción la pudimos ver en la última jornada, donde Márquez realizó parte del último entreno con el prototipo de 2019 de Nakagami, la RC213V.
Finalmente Puig, terminó confirmando ayer mismo ante los medios de comunicación que no estaban listos para empezar y que aún andaban probando cosas de años anteriores. La situación, tal y como lo manifestó Alberto, es crítica aunque también puntualizó que al fin y al cabo manejarse en este tipo de tablas forma parte del trabajo del equipo.
Veremos cómo evoluciona la escudería y si llegan a tiempo antes del inicio del mundial. Eso sí, con Honda nunca se puede dar nada por perdido, tan solo debemos remontar hasta 2016 cuando en el taller de HRC, y a pocos días para iniciar el campeonato, la situación era mucho peor que la de ahora y Marc terminó ganando el mundial en Japón a tres GP para el final.