El pasado fin de semana se disputó la quinta ronda de la Super Formula en uno de los circuitos emblemáticos de Honda, concretamente en el Twin Ring Motegi. Con la lucha por el campeonato al rojo vivo, se presentaba una nueva oportunidad para que alguien diese un puñetazo sobre la mesa, pero no fue el caso.
Con un Naoki Yamamoto, piloto principal de Honda y del Team Mugen, algo destacado, antes de disputarse la carrera de Motegi se presentaba una oportunidad para seguir ampliando la diferencia de puntos en la clasificación general. Pero una ya el sábado, Hiroaki Ishiura, campeón en título, se hizo con la pole y parecía que los SF14 motorizados por Toyota partían con cierta ventaja.
A fin de cuentas, fue una carrera dura en los muros de señalización ya que se vieron gran variedad de estrategias gracias a los dos compuestos disponibles y que, el más duro era bastante más lento que el blando. Por tanto, había que estirar al máximo el stint con el compuesto blando de Yokohama para perder el mínimo posible cuando se montase el compuesto duro.
La ausencia de adelantamientos, en general, denotaba esa circunstancia y es que forzar en exceso podía sea verdaderamente perjudicial en un trazado que estaba siendo muy exigente con los neumáticos. Si que es verdad que hubo momentos en los que tanto Yamamoto como Cassidy forzaron y realizaron algunas maniobras dignas de ser aplaudidas, pero no hubo mucho más en ese aspecto.
Finalmente, fue el piloto de Inging, Ishiura quién pudo rodar durante más vueltas con el blando y quién, finalmente, se llevó la victoria en Motegi seguido de un Ryo Hirakawa superlativo que pudo ser segundo y el podio lo terminó por completar Nick Cassidy que le arrebata el liderato en la general a un Naoki Yamamoto que no pudo mejorar una discreta séptima posición.