¡Menudo Bump Day! En el primer día de clasificación de la Indianápolis 500, las emociones han estado a flor de piel y han dejado un gran espectáculo en pista. Con sorpresas en la parte trasera, dos nombres ilustres han caído fuera de los 33 participantes que domingo pelearán por un hueco en la parrilla de salida. Por delate, Hélio Castroneves y Ed Carpenter han llevado el mejor ritmo y los nueve prmeros clasificados pelearán mañana por la pole.
James Hinchcliffe ha sido el gran damnificado del día. Un piloto de la talla del canadiense ha quedado fuera de los 33 primeros y eso ha sido un gran palo contra el propio Hinchcliffe y contra el equipo Schmidt Peterson Motorsports.
Hinchcliffe, quinto en el campeonato, no pudo encontrar la vuelta limpia que le permitiría avanzar mucho más. Perjudicado por la lluvia que cayó sobre Indiana y las vibraciones que notaba en el coche, el canadiense terminó el día sin poder completar un tiempo dentro los 33 clasificados, algo que parecía lógica y razonablemente fácil para un piloto que se debería haber medido para encontrar el Fast 9.
No obstante, es el coche #5 el que está fuera de carrera. Si desde el equipo Schmidt quieren que su piloto estrella participe en la prueba, aún podría correr Hinchcliffe en uno de los tres monoplazas que han superado el corte. Robert Wickens, Jay Howard y Jack Harvey han sido los pilotos del equipo que podrían cederle el volante al canadiense, una decisión que aún está a la espera de verse si se llevará a cabo o no.
La otra gran eliminada del día ha sido Pippa Mann, la segunda mujer que participaba en esta edición 102 de las 500 millas de Indianapolis. La británica de Daly Coyne Racing se quedó en la última posición después de que Oriol Servià la relegara con cuatro vueltas para salvarse in extremis de la eliminación. Por ello, y sin una esperado cambio dentro la estructura de Daly Coyne, Mann probablemente haya terminado el fin de semana aquí.
Oriol Servià, como se ha recalcado anteriormente, se salvó por la mínima en un día negro para el catalán. Con un coche muy poco estabilizado en las curvas, perdía mucho tiempo a la hora de trazar cada inclinación de la pista. Por ello, y a pesar de una buena velocidad punta, Servià no conseguía completar buenos tiempos y se encontró en el corte de la eliminación constantemente. Al final, una vuelta in extremis le colocó en 31º lugar y salvando su posición en la parrilla de la Indy 500.
Por delante las cosas fueron mucho más tranquilas, aunque la pelea por colarse en el Fast 9 fue bastante igualada e intensa. La clasificación la encabezó el veterano Hélio Castroneves, que tan solo vio como le aguantaba el ritmo Ed Carpenter. El americano tenía motivos para estar contentos y es que los otros dos coches de su equipo también se colaron en el Top 9 que mañana luchará por la pole.
Así pues, los nueve clasificados para luchar por la pole mañana serán, junto a Castroneves y Carpenter, los Penske de Simon Pagenaud, Will Power y Josef Newgarden, además de Sebastien Bourdais, Spencer Pigot, Scott Dixon y una sorprendente Danica Patrick. De esta forma, se puede apreciar un cierto dominio de Chevrolet este fin de semana con 7 coches respecto a los 2 de Honda.
Mañana se disputará la clasificación que decidirá las posiciones de parrilla para las 500 millas de Indianapolis. Los nueve primeros lucharan en el Fast 9 por la pole position, mientras del 10 al 33 fijarán su posición de arrancada para la carrera.