Menuda carrera la de ayer en el circuito urbano de Bakú. Buenas Actuaciones de los pilotos españoles, el drama en el seno de Red Bull, la victoria que no pudo ser de Vettel y Bottas, la victoria en el último momento de Hamilton, los primeros puntos de Leclerc, los sustos de Pierre Gasly, el primer punto de Brendon Hartley en la Fórmula 1… Muchas emociones, pero, aunque a muchos les parece que el piloto del día fue el piloto monegasco de Alfa Romeo Sauber, para un servidor fue el piloto mexicano de Force India, Sergio Pérez.
No está desentonando en absoluto este principio de temporada 2018. Las carreras están dando de si y se está hablando de ellas días después a su fin, parecerá una tontería, pero esto no hace tanto, pasaba. He oído a gente decir “oye, ¿viste la carrera? ¡Fue trepidante!”, esto tampoco pasaba. Como tampoco sucedió el año pasado esto de ver a Sergio Pérez en el podio. La última vez que lo vimos fue también en Bakú, y fue en 2016.
Force India. Ese equipo que ahora tiñe de rosa el paddock y que en sus principios lo hacia con la bandera del país de su creador, el indio Vijay Mallya. Los colores blanco, naranja y verde eran los que vestían sus monoplazas pero ahora, gracias al poyo que les brinda BWT y les permite sobrevivir, lo hacen de rosa, de un rosa chiclé con el que rápidamente se reconoce a sus coches. Incluso los pilotos han modificado el color de sus cascos para pintarlos de rosa.
Ser de Force India es toda una filosofía y, es que hablamos de un equipo con un presupuesto infimo y se da de porrazos en los circuitos con gigantes de la talla de Red Bull, Renault o McLaren. Equipos con varios Títulos del Mundo en las vitrinas de sus fábricas y los chicos de Force India, que no tienen ni una sola carrera ganada en la Fórmula 1, no pierden la esperanza, se aferran a cualquier esperanza y luchan con todas sus armas. Y así lo hicieron el pasado domingo en Azerbaiyán.
Esteban Ocon tuvo el infortunio de verse envuelto en un accidente que el mismo provocó en la primera vuelta, pero Sergio “Checo” Pérez hizo una de esas carreras que le han labrado una reputación en el paddock. Paciente, hizo buena su fama de saber cuidar los neumáticos y apenes le vimos en la televisión durante la carrera, pero al final ya lo creo que le vimos. En el tercer cajón del podio para ser precisos. Incluso junto a su equipo de mecánicos e ingenieros, festejando. Su patrocinador principal, BWT también estuvo presente en la fiesta.
Además, esto sirve para inyectar una dosis de moral y autoestima que el equipo debe aprovechar y, honestamente, no me cabe ninguna duda de que van a hacerlo. Hablamos del equipo de toda la Fórmula 1 que saca más partido de cada euro que invierte en sus coches. El principio de temporada ya es historia para los de Silverstone, una nueva temporada empieza para ellos con el GP de España como primera parada. ¡Buena suerte y buen viaje, Force India!