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Epsilon Euskadi, aquel bonito sueño del motorsport español

Hablar de Epsilon Euskadi es hablar de todo un mito en el automovilismo español. España tiene ya un gran bagaje y reputación en cuanto a pilotos en el automovilismo mundial, pero, quizá no tanto en cuanto a equipos.

Epsilon nació como un proyecto para reforzar también la reputación del motorsport español en cuanto a estructuras. Las 24 Horas de Le Mans y la Fórmula 1 como, objetivos, ambiciosos si, pero a su vez las ganas y el trabajo para llegar a ello también fue enorme.

El proyecto nació allá por 2002 de la mano de toda una institución en la Fórmula 1 como es Joan Villadelprat. Jordi Caton y Sergio Rinland le acompañaron en aquella audaz aventura.

Con base en Vitoria y Azcoitia, Epsilon Euskadi empezó a desarrollarse de la mano de sus tres padres y todo un staff que supuso una gran escuela de ingenieros y mecánicos, en una buena parte españoles, que después continuarían sus trayectorias en diferentes categorías del motorsport, incluyendo incluso la Fórmula 1.

eps formula f1

Desde el principio, en Epsilon Euskadi estaban decididos a dar los pasos necesarios para llegar a sus objetivos, pero sin saltarse los pasos previos. Así, la formación vasca compitió en la Fórmula Renault 2.0 y la Fórmula Renault 3.5, categorías, sobre todo esta última, que servían de antesala a la Fórmula 1.

En la Fórmula Renault 2.0 ganaron los títulos de pilotos, con Mika Maki, y equipos en 2007 en la Fórmula Renault Italiana. La Fórmula Renault Eurocup con Brendon Hartley en pilotos y también constructores. En 2009 con Albert Costa también lograron Eurocup y WEC. Los resultados llegaban.

En la Fórmula Renault 3.5 se estrenaron a lo grande haciendo doblete en constructores y pilotos de la mano de Robert Kubica en 2005. En esta categoría disputaron siete temporadas consiguiendo, además de los citados títulos, 10 victorias.

Mientras el equipo disputaba estas categorías se iba gestando paralelamente el proyecto de poner un LMP1 español en las 24 Horas de Le Mans. John Travis y Sergio Riland se volcaron en el proyecto que vería luz en el invierno de 2008, rodando sus primeros kilómetros en el trazado de Alcarràs. El Epsilon Euskadi ee1 montaba un motor Judd GV5.5 V10 que desarrollaba 650 cv.

El prototipo era bueno, pero cojeaba en fiabilidad, y así lo mostró en sus primeras citas en los 1000 km de Cataluña y en la posterior carrera que disputaron en Monza. A pesar de finalizar la carrera de Spa, llegaban a Le Mans con demasiadas dudas, pero, en el emblemático circuito de La Sarthe consiguieron clasificar para la mítica prueba.

Autohebdo Sport

 

Ángel Burgueño, Miguel Ángel de Castro y Adrián Vallés pilotaron el prototipo número 20. El otro coche del equipo español estaría a los mandos de Stefan Johansson, Shinji Nakano y Jean-Marc Gounon. Uno de los sueños del equipo, estaba cumplido, estaban disputando las 24 Horas de Le Mans. El prototipo #21 se tuvo que retirar a las 8 horas de carrera mientras que, el #20 consiguió completar la mitad de la prueba.

Quedaba la Fórmula 1, el equipo se había desarrollado bien en otras categorías pero, lo cierto es que el impulso económico llegaba casi únicamente por parte del Gobierno Vasco. Y para entrar en la Fórmula 1 el dinero es muy importante. Epsilon Euskadi flirteo con la compra de BMW Sauber en 2009 para realizar su entrada en la categoría reina, pero no llegó a término. Para 2011 volvieron a intentar dar el gran salto pero nuevamente el obstáculo fue la financiación.

Aquel fue el principio del fin, pues precisamente en 2011, con una gran deuda, la estructura entró en concurso de acreedores y, pese a salvarse en primera instancia gracias a una nueva entrada de socios, al año siguiente el equipo terminaría por desaparecer.

El dinero es en automovilismo uno de los mayores aliados o uno de los peores enemigos, por mucha calidad que tenga un equipo, o por muy buenas que sean las ideas. Epsilon Euskadi quizá fue una prueba de ello. Buenos resultados en apenas una década de existencia y un gran equipo de trabajo comandados por Joan Villadelprat no le valieron cuando la financiación no fue la adecuada.

Pero los mimbres quedaron ahí, Epsilon dejó sus resultados, su experiencia para futuras formaciones españolas en el automovilismo, y presentes, que las hay ahora mismo. También nos dejó toda una larga nómina de profesionales del mundo del motorsport que, como antes citamos, ahora se desempeñan en diversas categorías. Mucho que agradecer a Epsilon Euskadi, mucho que agradecer a Joan y todo su equipo.