El Motul Solidarity Grand Prix of Barcelona ha terminado de la mejor de las maneras para Aleix Espargaró. El piloto de Aprilia ha visto a su gran amigo, Jorge Martín (Pramac Racing), coronarse Campeón del Mundo de MotoGP. Además, se ha despedido de la categoría quedándose a las puertas del podio en el Circuit de Barcelona-Catalunya, a apenas unos quilómetros de Granollers, el lugar que lo vio nacer.
Ha sido un GP lleno de emociones… su trayectoria profesional no ha sido la más fácil. «Después de 20 años, poderme despedir en casa con mis amigos, mi familia… todo lo que ha hecho Aprilia por mí este fin de semana, casi conseguir la pole, estar cerca de los dos pódiums con 35 años, con la Aprilia… Jorge ha ganado el Mundial, he podido echar una mano, es que no lo sé por qué tengo tanta suerte, pero estoy muy agradecido», comenzaba diciendo.
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Sobre la ayuda que ha prestado a Jorge, asegura que se siente muy orgulloso de haber podido contribuir a que ningún piloto pudiese entorpecer su carrera. «Jorge estaba solo ante el peligro, solo estaba yo para echarle un cable», explicaba, refiriéndose a que el resto de pilotos de Ducati parecían velar por la posibilidad de Bagnaia. «Lo intenté en el crono todo lo que pude y hoy en carrera sabía que tenía que estar concentradísimo, he salido a tope y una vez he estado detrás de él. He visto que Enea y Alex iban a tope a por él, y he dicho, ‘no, no, esta vez aquí no pasa nadie’. He protegido todo lo que he podido, nunca en mi vida había frenado tan tarde en la 1, ha sido impresionante toda la carrera, un nivel de tensión enorme, y nada, al final muy contento de haber podido, aunque sea un 0,1%, pero haber ayudado a mi mejor amigo a ser campeón del mundo», decía.
El de Aprilia ha reflexionado sobre su trayectoria profesional, un tanto complicada. «Al final no hay que engañarse, aquí tenemos que juzgar a cada uno por el rendimiento deportivo, y el mío no ha sido súper», comenzaba diciendo. Sin embargo, si está orgullosa de algo es de servir de «espejo y ejemplo para los más jóvenes», explica. Para él, no todo es el talento, puesto que «el trabajo, la disciplina, el creer en uno mismo, creo que es muy importante».
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La intensa carrera le ha impedido desatar sus sentimientos. «Estaba tan concentrado que no he podido pensar mucho, pero sí que cuando ya me he desmoronado, cuando he pasado por meta, me he soltado, y es increíble el guión, porque poderme despedir en el circuito de mi casa, es una pasada», expresaba Aleix Espargaró.
Sobre un titular que resumiría su trayectoria profesional, asegura que es «Resiliencia». «Creer en uno mismo, nunca tirar la toalla, eso es muy importante. Es un tópico, pero es real y yo lo he demostrado. Estoy convencido que lo he demostrado, que el trabajo gana el talento, no tengo ninguna duda», sentenciaba.
