Toyota consigue su segunda victoria en Le Mans, de manera consecutiva con doblete incluido. Victoria del #8 de Alonso, Buemi y Nakajima tras un giro inesperado de los acontecimientos y se proclama campeón del mundo de pilotos. El #7 ,dominador durante toda la carrera, ha perdido la carrera por culpa de un pinchazo. Miguel Molina abandonó y Antonio García 8º en su clase.
Las 24 H de Le Mans no defraudan, ofreciendo este año una carrera repleta de incidentes y de luchas cuerpo a cuerpo; eso sí, estas últimas en la primera mitad de la carrera ya que después, acentuado por los múltiples Safety Car, hemos visto distancias insalvables en casi todas las categorías, especialmente en la lucha por el general, LMP1 y el campeonato.
LMP1
Ha sido una carrera en la que, pese al BoP, los privados no han sido rivales para los Toyota, quedando a más de 5 vueltas del líder, por lo que la lucha en esta clase se ha enfocado únicamente en los gemelos nipones, que le han puesto la salsa a la carrera en la primera mitad de la carrera, hasta que la distancia entre ambos se ha alargado en demasía.
Arrancaba la carrera muy fuerte el #7 de Toyota con Conway imprimiendo un ritmo infernal que Buemi no ha podido seguir. En pocas vueltas el británico ha batido el récord absoluto de Le Mans, abriendo poco a poco una distancia que el suizo del #8 parecía incapaz de revertir.
Con la aparición del SC, la diferencia entre ambos Toyota era de más de un minuto, aunque tras la llegada del coche de seguridad el #8 resultaba estar líder por delante de su compañero. Nakajima lograba una buena ventaja que luego perdería en otro SC.
El número 7 sin duda ha sido dominador durante toda la carrera, pero la sorpresa ha llegado cuando quedaba solo una hora, ya que el Toyota ha pinchado y ha perdido el liderato y la victoria en favor del #8 que repite por segundo año consecutivo.
El podio lo ha cerrado el SMP Racing, con Vandoorne en sus filas, repitiendo podio el equipo ruso tras el conseguido en Le Mans. Carrera muy difícil de Rebellion, con varios accidentes que le han dejado a 9 vueltas de la cabeza.
LMP2
La categoría de plata de los prototipos ha sido muy reñida durante gran parte de la carrera, copada por una lucha entre el G-Drive y el Signatech Alpine, una pelea que más allá de vencer en la carrera era una lucha por el campeonato del mundo, que finalmente ha caído en la balanza del Signatech. Lapierre, Negrao y Thirier han sido los campeones.
Ha habido varios accidentes fuertes, como el del Dragonspeed que ha visto a Maldonado contra las protecciones y a De Vries estampando su LMP2 en la curva de Indianapolis.
LMGTE-Pro
En la categoría profesional de los turismos la victoria final ha sido para Ferrari en el equipo AF Corse, aunque ha tenido una preciosa contienda contra Antonio García en su Corvette durante gran parte de la carrera. El madrileño ha liderado en varias ocasiones la prueba en su #63 hasta que su compañero, Jan Magnussen, ha cometido un error en las curvas Porsche, neutralizando cualquier opción de lucha por victoria o podio.
LMGTE-Am
En la categoría amateur la carrera parecía decidida con muchas horas restantes, con una gran actuación del Ford privado Keating Motorsports, venciendo finalmente por pocos segundos (15) con el Porsche perseguidor, pero dejando un gran ritmo y mucha solidez durante las 24 horas.
Estas 24 horas ponen fin a una histórica ‘Super Temporada’ del WEC, que empezó en las 6 h de Spa de 2018 y finaliza hoy. El #8 de Alonso, Buemi y Nakajima se proclama campeón del mundo de resistencia a nivel de pilotos y Toyota de constructores, algo que ya consolidó tras las victorias en las 6h de Spa celebradas hace poco más de un mes. Un equipo no repite victoria con la misma alineación de pilotos desde Audi en 2011-2012 con Fassler, Lotterer y Tréluyer
El asturiano finaliza así un periplo impecable en el mundial de Resistencia, lugar al que ha comentado que volverá para pilotar los hypercars, el nuevo modelo de prototipos que conformará la parrilla a partir de 2021.