En la ronda inaugural de la temporada 2017 de la Fórmula 2 Charles Leclerc ofreció una masterclass de conducción y se consagró como futuro campeón.
Corría el año 2016 cuando un (aún más) joven Charles Leclerc fichaba por la Ferrari Driver Academy (FDA). Aquella temporada, el monegasco disputó la GP3 como rookie con el equipo ART, y tras disputarse el campeonato con Alex Albon, se coronó en la categoría de bronce del automovilismo, con 30 puntos de ventaja sobre el ahora piloto de Red Bull.
La siguiente temporada, ya con más gente teniendo su nombre apuntado, fichó por PREMA (equipo muy familiarizado con Ferrari) para disputar la Fórmula 2. Aquella temporada, la parrilla de la categoría rebosaba calidad por todos sus costados, más adelante mencionaremos algunos nombres remarcables. Como viene siendo costumbre, la F2 abrió fuego en la segunda ronda del mundial de Fórmula 1.
Aquel fin de semana, como rookie, Leclerc se hizo con la primera pole de la temprada (acabaría marcando 8/11, 6 consecutivas) por delante de Antonio Fuoco y Nyck de Vries. La carrera larga del sábado la ganaría Artem Markelov, principal rival junto a Oliver Rowland del actual piloto de Ferrari. Leclerc acabó aquella carrera en tercera posición, tras Norman Nato y el propio Markelov, pero la fiesta vendría el domingo.
El domingo por la mañana, tendría lugar la carrera sprint, actuando siempre como antesala a la gran carrera de Fórmula 1. El monegasco esperaba ganar saliendo desde la pole el sábado, y a pesar de hacer podio (que le haría salir sexto por parrilla invertida), el líder de PREMA quería su primera victoria: Dicho y hecho. Normalmente, en las carreras al sprint de la F2 no hay pit-stop, pero aquella mañana en Sakhir fue tan calurosa, que muchos neumáticos se destrozaron y algunos optaron por realizar esa parada.
A pesar de salir sexto, Leclerc no dejó que se le pegaran las sabanas, y con unas extraordinarias maniobras, se puso a liderar la carrera a escasos giros del comienzo de la misma. No obstante, sus neumáticos se vieron perjudicados por las altas temperaturas, y fue de los pocos pilotos que optó por parar a poner neumáticos nuevos. Por lo tanto, en la vuelta 15 (a 8 del final), el #1 paró para poner neumáticos nuevos, y pasó de liderar la carrera a rodar en decimocuarta posición.
Con tan solo ocho vueltas por delante para recuperar el liderazgo, el joven Charles protagonizó una gesta. Pero no solo lo hizo, hay que ver de la forma en que lo hizo. Nada más salir del box, el ritmo fue de otro planeta, y empezó a recortar segundos por vuelta a todos sus adversarios a la vez que iba adelantando monoplazas. En esa remontada, hay adelantamientos verdaderamente espectaculares en sitios, donde a priori diríamos que no se puede adelantar en el circuito de Sakhir, como el principio del segundo sector, o el final del mismo.
En curva, en recta, con DRS, sin DRS… No importaba la forma, la superioridad (por los neumáticos, si, pero otros como Markelov lo intentaron y no alcanzaron el Top5) en que adelantaba a cada uno de sus rivales, no escasos de talento, era abismal. A falta de tres vueltas para el final rodaba en sexta posición, y se alzó hasta la tercera posición cuando tan solo faltaba una vuelta. En el giro final, se las ingenió para adelantar en el primer sector a Oliver Rowland, y en el segundo a Luca Ghiotto, para ponerse a liderar la carrera, y además, sacar un segundo y medio a sus compañeros de podio aquella mañana.
Esta gesta, la realizó en su primera ronda como piloto de Fórmula 2: 13 coches, en 8 vueltas, en cualquier lugar del asfalto. Esa temporada, Leclerc se alzaría con el título de la Fórmula 2, y después, bueno, ya lo saben, Alfa Romeo, Ferrari, primeras victorias en F1… Aquel día fue especial, los que vimos la carrera y le conocemos personalmente, sabemos que fue una carta de presentación bañada en oro para la Fórmula 1.