Sin duda el 17 de julio es una fecha marcada en negro para los aficionados al automovilismo, ya que se cumple el aniversario del fallecimiento de Jules Bianchi, joven y talentoso piloto que sufrió un horrible accidente en el GP de Japón de 2014.
Los homenajes a título póstumo siempre tienen doble complicación cuando se arrojan palabras contra las teclas ya que se une el factor del sentimiento con el factor la escritura, forjando a veces palabras llenas de dolor que no sirven para paliar una pérdida que cumple hoy 4 años. No es fácil empezar, pero sí es fácil recordar a Jules, un piloto talentoso, humilde y con un futuro que se presumía enfocado al campeonato del mundo.
Ferrari supo ver sus grandes capacidades y su colocación en Marussia no fue más que una confirmación de que lo que tenía que llegar sería magno y quizás glorioso para el joven galo. La tragedia nos golpeó, y lo hizo en un momento en que la F1 creía haber llegado a su punto álgido en seguridad, pero no era así.
Hoy nos queda tu recuerdo, tu sonrisa y un talento que hoy se ha proyectado en Charles Leclerc, designado para continuar y proyectar tu legado a la máxima expresión. Confiamos y ponemos en Charles la consecución de aquello que el destino nos arrebató de ti, con la seguridad que allá donde estés, estarás viendo con orgullo como aquel chaval que tutelabas en el karting hoy se codea con los mejores, y que viste los colores rojos que tú deberías haber vestido.
Tu continuación en Charles será salvaguarda de tu legado y de tu gran talento, así como la seguridad de que nunca podremos olvidarte. Estés donde estés, siempre te recordaremos Jules, cada día de carreras y sobre todo, cada 17 de julio. Descansa en paz.