La información que llega desde México sitúa con toda seguridad a Sergio Pérez en Red Bull Racing de cara al 2021, noticia que me alegra en gran manera ya que hubiera sido una gran pérdida para la competitividad de la parrilla el no tener al mexicano entre los 20 pilotos.
Sin duda, tras tantos años en la F1, ‘Checo’ Pérez se ha ganado el respeto de sus iguales logrando actuaciones muy respetables y memorables con coches que nunca han estado técnicamente situados en las posiciones delanteras. Pero, la espina clavada del talentoso mexicano fue McLaren, su única bala en una escudería puntera y que cogió, seguramente, en uno de los peores años de este milenio.
El periplo errático de Sergio Pérez en Woking ha sido algo que se la ha echado en cara durante estos años, como si hubiera sido elección del mexicano entrar en un equipo de primera línea en plena desintegración, con un nivel lejos de lo esperado y con la pérdida de patrocinadores importantes (como Vodafone)
Sería absurdo comparar al Checo que vimos en 2013 al que hoy nos sigue deleitando con grandes actuaciones y que, en mi parecer absoluto, ha sido tratado con gran injusticia en Racing Point, equipo que salvó económicamente antes del rescate Strollista y que le ha dado la patada para traer a un tetracampeón que anda en horas bajas.
La IndyCar, Haas o incluso Williams han sonado con fuerzas para acoger a Pérez, piloto que mueve capital allá donde va y que tiene tras de sí una afición mexicana que nos regala anualmente – a excepción de este crítico 2020- un GP que es, una F1esta y una oda al motorsport más radical.
Desde el paddock se ha sabido que no han sido opciones reales para él, y que el ofrecimiento a Red Bull era la opción de tener un último cartucho de poder lograr una victoria para México desde las dos logradas por Pedro Rodríguez de la Vega. Yo confío en que Checo pueda ser un rival digno para un Max Verstappen cuyo oficio parece ser el de triturar compañeros…