El rendimiento de Aston Martin en el inicio de 2021 ha sido peor que en 2020. Entonces, el equipo competía bajo el nombre de Racing Point y lograron buenos resultados gracias, en parte, a su ‘Mercedes rosa’. Ahora, sin copiar a nadie y con más recursos, buscan volver a liderar la zona media
2020 arrancó con serias dudas sobre la legalidad del RP20. Racing Point presentó en los test de pretemporada un monoplaza demasiado parecido al que había sido campeón del mundo el año anterior. Las dudas iniciales se despejaron cuando la FIA, tras una severa investigación, declaró que era legal, aunque la polémica seguiría.
El asfalto avaló la táctica de los de Silverstone. Calcar el W10 trajo pronto grandes resultados pero conforme avanzó la temporada se diluyeron poco a poco. El mejor ejemplo lo encontramos en Lance Stroll, que en la segunda mitad de temporada solo puntuó en dos ocasiones. Los resultados de Pérez también mermaron, consiguiendo ‘solo’ un podio en Turquía y la victoria de Bahrein.
A excepción de Turquía, los puntos volvieron a llegar en las últimas pruebas del año, cuando ya funcionaban todas las mejoras que el equipo había empezado a introducir. Esas evoluciones marcaron un punto de inflexión, dejaron de ser la copia de Mercedes para tratar de seguir su propio camino.
Para 2021 se esperaba que volvieran a ser el equipo a batir, que liderasen la zona media. Pero lejos de la realidad han arrancado con un monoplaza idéntico al que terminó en 2020. La inyección económica y el cambio a Aston Martin deberían haber ayudado a tener más recursos y presentar un monoplaza más competitivo.
Pero no ha sido así, y el AMR21 ha surgido de copiar y pegar el diseño de 2020, incluyendo los cambios necesarios por reglamento. El director técnico del equipo, Andrew Green, lo reconocía en la presentación a principios de marzo: “(El AMR21) está bastante relacionado con nuestro coche de 2020.”
En la vista lateral observamos que apenas hay cambios. Salvo la nueva protuberancia por el cambio en el diseño de la unidad de potencia, se mantuvo la agresiva caída de los pontones, las curvas de la parte superior de la cubierta del motor y la forma escalonada del alerón trasero, entre otros.
La vista frontal confirma la teoría, ha sido un invierno casi en blanco en cuanto a novedades. Se mantiene el diseño redondeado de la nariz, la forma del alerón, los aletines del morro…
Mantener el concepto de 2020 sin apenas modificaciones ha afectado notablemente a los resultados conseguidos en estas primeras 4 carreras.
Edición: Rafa Mohedano.
En la sede de Silverstone son conscientes de que no están donde querrían y ya trabajan para revertir la situación. La prueba más evidente son las novedades que introdujeron en el pasado GP de España y que les acerca un poco más a Mclaren y Ferrari.
Para ello están trabajando en dos frentes. En primer lugar, los pontones han sido rediseñados, con una rampa mucho menos extrema que antes y que se extiende más hacia atrás donde se encuentra con el fondo plano. Esta modificación da una convergencia diferente con la parte trasera del monoplaza, tratando de llevar el flujo de aire hacia la cara interior de la rueda trasera y el conducto de freno.
En segundo lugar, han rediseñado el corte del fondo plano, obligatorio por reglamento este año. Para evitar que el flujo sea succionado por debajo del fondo plano han copiado la solución de Mercedes, creando un corte en Z. De esta forma, el fondo plano puede seguir recto, aunque con menos área, favoreciendo el recorrido que debe seguir el aire.
Esta zona, además, esta recibiendo evoluciones constantemente, con nuevos aletines, formas o aperturas que van perfeccionando la idea original
De esta forma, Aston Martin ha puesto a funcionar todos sus recursos para despertar del letargo en el que habían quedado. El objetivo primordial es recuperar el terreno perdido lo antes posible con el fin de acabar 2021 lo más arriba posible y conseguir más ingresos de cara a 2022.