El circuito de Barcelona ha presenciado una de sus mejores carreras en años, llena de batallas de pilotos. Y una rotura de motor de Charles Lecrerc, que no supo aprovechar Carlos Sainz para conseguir su primera victoria.
Primer fallo de fiabilidad para el Ferrari de Lecrerc
El piloto monegasco había demostrado un ritmo, tanto en clasificación como en tandas largas de carrera, descomunal. Ello muestra las mejoras de Ferrari, que han surgido efecto, pero les ha fallado algo con lo que no se contaba, la fiabilidad.
En este caso, ha perjudicado a «il predestinatto», pero no fue suficiente para dejar vía libre a Carlos Sainz. El piloto español tuvo una mala salida, cayendo de la tercera a la quinta posición. Posteriormente, su salida de pista en la curva 4, dañará su fondo plano y con él, sus opciones de victoria. Así mostraba su descontento tras la carrera:
La pelea por el mundial cada vez más lejana
Todo el mundo creía en su remontada, empezando con victoria en casa, con los españoles delante, pero no fue así por desgracia. Llegará un punto en el que Ferrari debe escoger su caballito ganador para esta temporada al menos, y todos los dedos apuntas a Lecrerc.
Carlos Sainz no se siente cómodo con el coche, y eso es la peor noticia posible. Es cierto que Charles está haciendo una temporada casi perfecta, pero el problema de Carlos no es sólo de ritmo, es de confianza y más importante aún, su incomodidad con el coche.
Es la primera vez que Sainz tiene un coche ganador, pero no conforme a su forma de conducir. El F1-75 tiene mucha estabilidad en la parte delantera, con una parte trasera muy inestable e impredecible.
Pero hay que tener algo claro, cuando este piloto coge el martillo, da un golpe tras otro. Veremos cuando consigue agarrarlo.