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Opinión: el calendario de MotoGP, deseo o realidad

Hoy se ha presentado el calendario de la próxima temporada de MotoGP, que recupera las citas por todo el globo, tras una temporada 2020 que se ha disputado íntegramente en Europa. Con la pandemia aún activa y sin ninguna seguridad de que la situación a principios de marzo vaya a ser radicalmente mejor (más bien la sospecha es que la situación será más o menos la misma), este calendario provisional parece más bien una carta a los Reyes Magos o a Papá Noel que una apuesta real de lo que va a ser la próxima temporada.

Empezando por el principio, la temporada 2020 ya tuvo problemas al llegar a Qatar antes de suspender la temporada, ya que los mecánicos que venían desde Italia no pudieron entrar al país debido a las restricciones gubernamentales como medidas contra una pandemia que estaba descontrolada en el país transalpino y esto nos lleva a uno de los posibles obstáculos al cumplimiento de este calendario. Aunque para hacer este calendario se haya consultado a las autoridades correspondientes, nada asegura que de aquí a marzo se produzcan restricciones más duras a la movilidad internacional y que, ya sea por mayor seguridad o simplemente para evitar protestas por lo que sería sin duda un trato diferencial en favor del campeonato, muchos gobiernos no permitan directamente la entrada de todos o algunos de los participantes del mundial.

Otro posible obstáculo es la integridad de la burbuja en una temporada que en 8 meses va a recorrer todo el mundo. La burbuja ya ha provocado que algunos participantes se hayan perdido carreras, como Valentino Rossi, y ampliar la temporada a un calendario «normal» teniendo que utilizar todavía la burbuja es algo que como mínimo plantea dudas. Dudas que no se disipan cuando añades el factor de viajar a países que tienen problemas para contener la pandemia. Estos problemas no van a esperar a que la temporada haya avanzado y la burbuja se haya adaptado a los viajes intercontinentales, la segunda y la tercera cita del campeonato se celebran en Argentina (el 7º país con más casos confirmados y Estados Unidos (el 1º).

Dado que implantar una burbuja que tenga a todos los pilotos y mecánicos aislados del resto del mundo los 8 meses de competición es imposible, nos encontramos con un riesgo creciente de que la burbuja termine viéndose comprometida en algún punto. Pero incluso antes de que pase eso, lo que es muy posible es que la temporada vaya siendo adulterada con ausencias por positivos, que por mucho que se deban a descuidos de los pilotos, no dejan de ser aspectos externos a la competición que alteran el resultado.

Por último, y lo que probablemente sea lo más importante, con este calendario se tendría que asumir que en la práctica totalidad de las carreras no habrá público, hecho que se añade a que la burbuja ya impide el contacto de los pilotos con el público en caso de que ese público pueda estar en las gradas. Esto no solo es un problema porque le quita el ambiente festivo al campeonato, también supone una losa tanto para equipos, que ven como sus ingresos por merchandising y eventos con fans desaparecen, también para los circuitos, que organizan la carrera sabiendo que no van a generar ingresos. Una temporada atípica para evitar la cancelación es algo que equipos, circuitos y campeonato se han podido permitir, pero sin tener para nada claro hasta cuando va a durar esta situación, ir encadenando temporadas de estas características no augura un buen futuro para la competición.

Ante esta situación, lo más sensato sería sentarse todos los actores que dan vida al campeonato (Dorna, FIM, circuitos, equipos y pilotos) y tratar de dar con una solución que permita maximizar el espectáculo, no en intentar adaptar el campeonato tradicional a la situación actual sin seguridad de que se pueda cumplir con el calendario. Cosas como celebrar más de una carrera por evento, cambiando las condiciones para buscar una mayor variabilidad, con diferentes trazados del circuito, parrillas invertidas o bonificaciones de puntos para que un campeonato más corto con menos circuitos y localizado donde se pueda garantizar mejor la contención del virus no reste alicientes al campeonato.