Los 7 equipos, todos los no motorizados por la casa italiana de Maranello, han mostrado su desacuerdo con el pacto secreto entre la FIA y Ferrari publicado durante los últimos días de los Test de Pretemporada en Barcelona.
Durante gran parte de la temporada pasada fue puesto en entre dicho el funcionamiento de la unidad de potencia del equipo italiano, montada en la SF90. Las demás escuderías alegaban que el motor transalpino era capaz de exprimir aún más potencia de la permitida en el reglamento, donde se sospechaba que pudieron haber hecho trucos para burlar las restricciones del flujo de combustible.
Igualmente, se sospechaba que los del Cavallino eran capaces de recuperar más energía (40Kw adicionales) de la estimada en su unidad híbrida, produciendo unos 55HP de más en en comparación a la de sus rivales.
Vamos a detenernos aquí por un segundo y explicar en qué se basaba esto.
Desde 2009 hasta 2013, en la F1 se introdujo una herramienta novedosa «KERS», que era capaz de recuperar en frenada la energía cinética produciéndola en más potencia al monoplaza, cuyo funcionamiento era activado por el piloto voluntariamente durante aproximadamente 6 segundos por vuelta (KERS: 60Kw – 80HP – 6seg por giro).
Desde 2014 la categoría comenzó en la era híbrida y el ERS entró en acción con el MGU-K y MGU-H, que en conjunto logran recuperar a lo largo de casi 33 segundos, 120Kw de energía de los que se transforman en 160HP (ERS: 120kw – 160HP – 33seg por giro).
Ahora bien, fue señalado el intercooler del equipo de Mattia Binotto, como la causa de su equipo mejorara según estimaciones, 0.8 segundos más con respecto a sus contrincantes. ¿Cómo Ferrari habría podido hacer esto? El intercooler habría permitido una fuga controlada de aceite que se introduciría en la combustión y provocaría un aumento por tiempo reducido, de potencia (ERS Ferrari: 160Kw – 214HP – 44seg por giro, 10 seg adicionales).
Del comunicado publicado por la FIA se puede entender mucho y poco a la misma vez, en él se puede leer que hay consonancia entre ambas partes en relación a lo sucedido el año pasado pero sin mucho detalle, ambos se reservan a dar detalle de lo pactado, es decir, no se anuncia que la UP fuera ilegal, pero tampoco es evidente a 100% que fuera legal. Una de las posibles razones sean que la FIA no fuera capaz de comprobar completamente que los italianos hayan violado el reglamento.
Por su parte, todos los equipos, menos Haas y Alfa Romeo, han presentado a la FIA su queja ante esta situación, la desventaja que todos ellos tienen es que de haber surgido nuevas pruebas y según el Código Deportivo de la FIA, las escuderías debían pedir un derecho de revisión antes de 14 días después de la publicación final de la clasificación de cada equipo y no menos de 4 días antes de la Ceremonia de la FIA, realizada a final de año en París.
Ahora bien, la vía que podrían tomar los equipos de ahora en adelante, sería la de solicitar a los estatutos de la FIA abrir una investigación disciplinaria, de aquí este asunto podría luego llegar a instancias del Tribunal Internacional de la FIA.