El pasado 1 de febrero, se anunció que el equipo Sauber pasaría a llamarse Alfa Romeo Racing. Aunque la estructura seguirá liderada por Sauber Motorsport, el cambio de nombre significa un aumento notable del peso de Alfa Romeo en el desarrollo, que viene acompañado por una fuerte apuesta de Ferrari para elevar el nivel competitivo del que ahora será poco menos que su equipo B. Para los nostálgicos, este anuncio representa la vuelta de uno de los grandes constructores de los orígenes del automobilismo, repasemos el pasado de esta gran escudería.
Alfa Romeo fue sin duda una de las grandes escuderías en el periodo de Entreguerras. La primera vez que un Alfa Romeo compitió en una carrera fue en 1913 y consiguieron las primeras victorias en 1920 y 1921, ambas en Grandes Premios no oficiales. Tras un primer intento de competir en Grandes Premios oficiales, en el Gran Premio de Italia de 1923, que fue abortado por la muerte de Ugo Sivocci (uno de los pilotos) en los entrenamientos previos, obtuvieron la primera victoria en su primera carrera disputada, en el Gran Premio de Francia de 1924. Giuseppe Campari fue el ganador, puede que el nombre no suene a la mayoría, pero los apellidos de los otros 2 pilotos de Alfa Romeo en esa carrera son leyenda del automobilismo, Antonio Ascari (padre de Alberto Ascari) y Enzo Ferrari.
Las carreras en el periodo de Entreguerras eran muy diferentes a las actuales, y no solo por los vehículos. Eran carreras a medio camino entre la velocidad y la resistencia. La distancia total de las carreras oscilaba entre los 400km y los 1300km, aunque los 800km eran la distancia habitual, que además se correspondían con las 500 millas de Indianapolis, que empezaron a celebrarse en 1911. Algunos circuitos estaban preestablecidos, como el de Monza, mayoritariamente con trazados muy largos, por encima de los 10km, pero eran más cortos que los trazados urbanos, que en las primeras épocas llegaban hasta los 25km. En estas carreras, muchas veces lo principal era mantenerse evitar accidentes, ya que la muerte era un hecho habitual en este periodo incipiente del motorsport. Las luchas cuerpo a cuerpo no eran muy habituales, ya que las diferencias de rendimiento y las enormes distancias, junto con el mencionado riesgo de un accidente, desaconsejaban la conducción a poca distancia del rival.
En este tipo de carreras, Alfa Romeo tuvo éxito en 1924 y 1925, ganando 4 de los 5 Grandes Premios disputados con el Alfa Romeo P2, lo que les valió la victoria en el campeonato europeo de constructores. En 1931, ganaron la primera edición del campeonato europeo de pilotos, con un doblete de pilotos de Alfa Romeo empatados en primera posición. Al año siguiente repitieron victoria. Esta buena época siguió, pero ya no como AF Corse, el equipo oficial, sino suministrando vehículos para un equipo privado creado por un expiloto de la casa, la Scuderia Ferrari. El éxito de los Alfa Romeo se extendió hasta 1934, cuando la llegada de los Mercedes y los Auto Union (futuro Audi) dieron un vuelco a la competición, que tiranizaron el mundo de las carreras hasta el inicio de la 2ª Guerra Mundial. Durante la guerra y sin la presencia de los coches alemanes, Alfa Romeo ganó 6 de los 14 grandes premios disputados, todos los disputados en Latinoamérica.
Tras la guerra, el mundo se reconstruía y también lo hacía el automobilismo, sin las marcas alemanas, Alfa Romeo volvió a la carga, con Maserati como principal rival. Compitiendo de nuevo como equipo de Fábrica ganaron 3 de los 4 grandes premios oficiales de 1947 y 3 de 5 en 1948, sumando 19 victorias más en grandes premios no oficiales entre 1946 y 1948.
Tras un año de transición, en 1949, llegó la primera temporada de la historia de Formula 1. Alfa Romeo comandó la primera temporada con mano de hierro, ganaron todas las carreras excepto las 500 millas de Indianapolis (no podían participar) y coparon las 3 primeras posiciones del campeonato, con Giuseppe Farina campeón, Juan Manuel Fangio segundo y Luigi Fagioli tercero. Al año siguiente repitieron título, esta vez con Fangio. Después de esto, se retiraron del campeonato, aunque siguieron en el circo de la Fórmula 1 como proveedores de motores.
El regreso se hizo esperar hasta 1979, aunque sin ninguna competitividad, el equipo Autodelta representó la vuelta de Alfa Romeo como equipo a la Fórmula 1. No puntuaron hasta 1980, sumando 2 5as posiciones de la mano de Bruno Giacomelli, mientras que el primer podio no llegó hasta el Gran Premio de Mónaco de 1982, con Andrea de Cesaris al volante. En 1984 empezaron una colaboración con Benetton que no fructificó, Alfa Romeo se había especializado en la construcción de motores muy potentes pero muy ineficientes, y los cambios en el reglamento les hicieron perder la competitividad. 1985 fue su última temporada, tras 7 años bastante decepcionantes, con 4 podios y ninguna victoria.
Alfa Romeo entonces pasó 30 años apartado de la Fórmula 1, hasta que en 2015 llegó a un acuerdo de colaboración con Ferrari (pertenecientes ambas marcas al grupo Fiat-Chrysler), como patrocinador. En 2018, de la mano de Sauber, Alfa Romeo volvió a participar activamente en el desarrollo de monoplazas, ofreciendo apoyo de fábrica. Ahora, para la temporada 2019, Alfa Romeo Racing pasa a ser el nombre del equipo. Aunque se afirme que la estructura sigue siendo la de Sauber y el motor es proporcionado por Ferrari (inviertiendo la situación de los años 30), a nadie se le escapa que esta situación aumenta el peso de Alfa Romeo, especialmente en vistas a un futuro a medio plazo. Solo el tiempo dirá si Alfa Romeo se queda en apoyo de fábrica (al estilo de Aston Martin con Red Bull en 2018) o si va un paso más allá y volvemos a ver monoplazas y motores diseñados por 2 marcas italianas en la Fórmula 1.