Ya ha pasado un año más de ese trágico 1 de mayo de 1994. En 2014 se conmemoraron los 20 años de la muerte del mítico Ayrton Senna, y hoy ya ha vuelto a pasar un año más, cumpliéndose los 21 largos años desde que aconteció. Por ello hoy repasaremos todo lo que ocurrió ese fin de semana tan negro del GP de San Marino de 1994, en que dos estrellas más subieron al cielo.
29 de abril de 1994. Ese día empezó uno de los fines de semana más oscuros de los 65 años de historia de este deporte. Era la tercera cita del calendario de esa temporada, ya se habían disputado las dos primeras carreras en Interlagos y Aïda, ambas ganadas por Michael Schumacher y su todopoderoso Benetton-Ford. A la par, Ayrton Senna empezaba su nueva etapa en Williams tras seis temporadas en McLaren: por ahora el brasileño contaba con cero puntos en el campeonato, pues en las dos carreras tuvo que abandonar por accidente.
La presión se cesaba en Senna y Williams, ambos campeones del mundo que se veían superados por dos novatos, Schumacher y Benetton, que lideraban con autoridad. Ese primer día Senna ya lideró los entrenamientos, pero en ellos llegó el primer susto del fin de semana; Rubens Barrichello, del equipo Jordan-Hart, sufría un fuerte impacto frontal contra el muro, volando incluso por los aires y dando una vuelta de campana. El fuerte accidente hizo temer por la vida del brasileño, que por suerte salió ileso de ese espantoso choque.
Pero eso era solo el principio de unos días negros para el automovilismo. Todo empezó a cambiar el 30 de abril de 1994. En el Autodromo Dino Ferrari se celebró la sesión de clasificación, en la que Ayrton Senna, por tercera vez esa temporada del 94, lograba conseguir la Pole Position de manera intratable por delante del Benetton de Michael Schumacher y el Ferrari de Gerhard Berger.
Sin embargo la clasificación de ese Gran Premio de San Marino quedó marcada por otra incidencia. A lo largo del transcurso de la sesión, se pudo presenciar un accidente muy grave; el Simtek-Ford de Roland Ratzenberger se salía de pista a cerca de 320km/h, impactando frontalmente contra el muro y quedando inconsciente al acto. Por desgracia, el joven austríaco perdió la vida en su traslado al hospital a los solo 33 años, dejando el Paddock en un ambiente muy triste y decaído de cara a la carrera del domingo, la cual se estuvo a punto de cancelar por lo sucedido.
Ratzenberger era un piloto novato muy poco conocido, que llegó a la F1 de la mano de Simtek, un equipo modesto que también se estrenaba en ese 1994. Los resultados no acompañaron, pues en la primera carrera no se clasificó para poderla correr, y en la segunda en Aïda partió desde la última posición para terminar en una buena 11ª, vistas las condiciones. Antes de eso empezó su trayectoria en Alemania donde ganó carreras importantes, que le llevaron a ganar posteriormente el Festival de Fórmula Ford en Brands Hatch. Más tarde disputaría la Fórmula 3000 japonesa donde ganó algunas carreras. A la par, disputó hasta cinco ediciones de las 24h de Le Mans, obteniendo un buen quinto lugar con un Toyota 93-CV en 1993.
Y finalmente llegó el trágico 1 de mayo de 1994. La parrilla de salida era distinta a las demás, no se veían sonrisas ni entusiasmo para correr esa carrera. Los pilotos se sentaban en sus asientos respectivos por compromiso, no por la pasión que siempre habían querido. El que más Ayrton, que como se supo después nunca quiso participar en esa carrera, la cual encabezaría desde el principio. Un principio problemático, y es que ya nada más empezar hubo un fuerte accidente, y es que el Benetton de JJ Lehto quedaba clavado en la salida, y sin poderlo esquivar, por detrás el Lotus de Pedro Lamy impactaba violentamente contra él.
Ese percance provocó la entrada del coche de seguridad a la pista, un hecho inusual en esa época, y de la cual se habían registrado pocos casos en que el coche de seguridad hubiera echo acto de presencia en pista. De esta forma Senna se situó detrás del ‘Safety Car’, con el Benetton de Schumacher a la espalda, y teniendo que mantener un ritmo muy bajo dada la poca experiencia en esta situación que tenía el conductor del coche de seguridad. Eso hizo enfriar las ruedas de los pilotos, un hecho peligroso que podía llevar a la falta de agarre de los neumáticos.
Al final de la vuelta cuatro el coche de seguridad abandonó la pista, y la bandera verde volvió a ondular en pista. Los pilotos apretaron, Ayrton cogía unos segundos de distancia con ‘Schumi’, pero al llegar a la curva de Tamburello… El Williams FW16 del brasileño se fue recto a alta velocidad, impactando frontalmente de forma muy violenta contra el muro y arrastrándose por la escapatoria varios metros hasta quedar parado paralelamente con la pista.
Senna no daba muestras de que estaba bien, las imágenes de la televisión mostraban que el piloto no se movía, estaba inconsciente. Llegaron los servicios médicos al lugar de los hechos, la carrera se interrumpió, y el miedo se acechó en todo el mundo del automovilismo, que tras el fatal accidente del día anterior se temían lo peor.
Los médicos le sacaban del monoplaza y le atendían en la misma pista hasta que le aseguraron en una camilla y le metieron en un helicoptero para trasladarlo a un hospital. Pero fue demasiado tarde, Ayrton Senna ya había fallecido. El piloto de São Paulo había sido golpeado por una barra de la suspensión en su cabeza, lo que le había producido un golpe fatal que acabó con su vida a los 34 años de edad.
Finalmente por lo que respecta a la carrera, se la adjudicó Michael Schumacher con autoridad gracias al gran ritmo de su Benetton-Ford. Tras el alemán, a casi un minuto cruzó la meta el Ferrari de Nicola Larini, que logró su único podio en F1. El tercer escalón fue para el McLaren de Mika Hakkinen, que dejó sin premio a Karl Wendlinger, que rozó el podio con su Sauber-Mercedes.
Las causas del accidente 21 años después siguen sin esclarecerse. Hay muchas teorías al respecto; la falta de agarre producida por el Safety Car, un bache que descolocó el monoplaza e incluso un fallo mecánico del Williams que le hizo salirse en esa curva para impactar en un angulo exacto para que la barra de suspensión le impactara en la cabeza. Todo fue muy desafortunado, nada sigue claro de lo que ocurrió, pero desde ese maldito instante hasta hoy, el fuerte vacío se ha quedado en todos los familiares, amigos, compañeros y aficionados de Ayrton, al cual se le recuerda con mucha nostalgia.
Más nostalgia entra al recordar sus grandes hazañas en esta competición. Recordemos que Senna debutó en la F1 durante el Gran Premio de Brasil de 1984, en el cual llevó un modesto Toleman-Hart TG183B, el cual pilotó durante toda esa temporada, haciendo memorables carreras como la de Mónaco, que todos recordarán, en la que finalizó segundo bajo la lluvia haciendo una excelente carrera que de poco arrebata el triunfo al McLaren de Alain Prost.
Precisamente carreras como esa o los otros dos podios en Brands Hatch y Estoril le dieron un asiento en el legendario equipo Lotus, para quien condujo las tres siguientes temporadas. Nada más empezar, en la segunda carrera disputada en Portugal, Ayrton ya logró su primera victoria, también bajo lluvia, imponiéndose con autoridad al Ferrari de Michele Alboreto. En esas tres temporadas con el Team Lotus fue cogiendo la experiencia necesaria en la Fórmula 1, compitiendo con los pilotos punteros y cerrando las temporadas entre los cinco primeros clasificados de la general.
Su espectacular talento le dio el puesto en McLaren al lado de Alain Prost, en los que ambos estaban dominando las pasadas temporadas. La tónica fue la misma y en ese 1988 Senna se adjudicó su primer campeonato del mundo en Japón, tras remontar catorce posiciones en Suzuka y de esta forma culminar una de sus mejores temporadas. La lucha Senna-Prost fue a más en el 89, y tras muchas batallas se lo jugaron todo en Suzuka, donde ambos se tocaron y Ayrton pudo continuar para ganar la carrera y poder luchar por el Título hasta la última carrera en Australia. No obstante fue descalificado y sancionado por provocar el accidente y saltarse la ‘chicane’ del trazado japonés, perdiendo el Mundial en beneficio de Prost.
La historia siguió con Prost en Ferrari durante 1990, en la cual ambos volvieron a chocarse en Suzuka durante la salida, en la cual Senna embistió a Prost tras cruzarse este en la primera curva. De esta forma terminó el campeonato en manos del brasileño, que siguió su racha en el 91 ganando por primera vez en Brasil en una carrera histórica, y teniendo una temporada redonda que se llevó en Japón de nuevo, gracias al abandono del Williams de Nigel Mansell.
Durante el 92 y el 93 Senna se vio eclipsado por el dominio de Williams, que se llevó ambos campeonatos con Mansell y Prost en el volante. Durante esos años hizo también grandes actuaciones, ganando carreras imposibles como la que muchos recuerdan en Donington Park. Finalmente se pasó a Williams tras ganar su última carrera con McLaren en Adelaida, y de esta forma empezar una nueva etapa, que como ya les hemos contado antes, terminó prematuramente de la peor forma posible.
Este es un recuerdo más al añorado Ayrton Senna, el piloto brasileño considerado uno de los mejores pilotos de todos los tiempos tras todas sus muestras de talento que ofreció al público de esta disciplina. Ayrton nos regaló 162 carreras en las que ganó 41 y se adjudicó tres temporadas. Recuerdos difíciles de olvidar, que de bien seguro se recordarán y se explicarán en las próximas décadas.
Sempre Ayrton.