La amenaza del fuerte tifón Hagibis en el centro de Japón ha obligado a la organización del Gran Premio a cancelar toda la jornada del sábado, aplazando la clasificación para el domingo por la mañana. 

El secreto a voces ha sido confirmado. Durante toda la semana se hablaba de la fuerte amenaza que podía provocar el tifón Hagibis en la realización del Gran Premio de Japón y, finalmente, obligará a mover los horarios de las sesiones de la Fórmula 1. Este fenómeno meteorológico espera que afecte las regiones centrales del país con lluvias torrenciales y vientos de más de 150km/h, lo que podría suponer un fuerte riesgo para la celebración del evento.

Así pues, justo antes del inicio de los primeros entrenamientos libres, la FIA y la Fórmula 1 en conjunto han confirmado que se cancela toda la jornada del sábado. De esta manera, se eliminan los terceros entrenamientos libres y se pasa la clasificación al domingo por la mañana, a las 03:00 hora española. Con un riesgo mucho menor, la carrera se celebrará sin problemas a partir de las 07:10 tal y como estaba previsto.

«La FIA y la Fórmula 1 apoyan esta decisión con el interés de la seguridad de los espectadores, los pilotos y todo el personal en el circuito de Suzuka», afirmaba la organización en un comunicado oficial lanzado esta madrugada.

En alerta de emergencia por los fuertes vientos y la lluvia torrencial esperada para el sábado, se evitará que nadie se desplace durante toda la jornada del sábado por su propia seguridad. 

No es la primera vez que un tifón afecta el Gran Premio de Japón. La última vez fue en 2014 cuando la cercanía de otro tifón en la zona obligó a mover los horarios del domingo con tal de poder celebrar la prueba en las mejores condiciones posibles. El porvenir de esa carrera acabó en tragedia por el accidente fatal de Jules Bianchi, por lo que la organización ha querido ser aún más precavida esta vez ante las previsiones de un fenómeno meteorológico tan potente.

La última vez que la clasificación fue retrasada al domingo fue durante el GP de los Estados Unidos de 2015, cuando unas fuertes lluvias inundaron el circuito de Austin durante toda la jornada del sábado.