El DRS fue introducido en F1 en 2011 con el objetivo de favorecer los adelantamientos. Ahora, con la nueva normativa de 2022 se plantea eliminarlo de los monoplazas.

El DRS es un sistema que consigue reducir la resistencia aerodinámica al avance (Drag Reduction System en inglés). El sistema no es complejo, activándose cuando el piloto aprieta un botón en el volante. Al hacerlo, entra en funcionamiento un mecanismo hidráulico que acciona el flap principal del alerón trasero, poniéndolo en una posición mucho más horizontal.

Para cerrarlo no es necesario volver a apretar el botón. Por motivos de seguridad, el flap vuelve a su posición original cuando el piloto pisa el pedal de freno.

La reducción de drag implica una reducción de carga aerodinámica. Por ello, si hubiese algún problema en el cierre del DRS se podría producir un accidente si el piloto traza la curva como si el alerón estuviese cerrado.

Si el DRS está cerrado, el aire choca contra el flap principal, desviándose hacia arriba, lo que genera drag y downforce. Sin embargo, cuando el DRS está abierto, el aire puede pasar libremente.

Edición: Rafa Mohedano

Su introducción supuso un aumento de adelantamientos, pues los monoplazas actuales generan tanto aire sucio que es muy complicado seguir a otro coche de cerca. Con el DRS, aunque sigue siendo difícil adelantar en curva, se favorecen los cambios de posición en recta.

Ahora, a partir de 2022, las cosas cambian. Los nuevos monoplazas han sido pensados para generar mucho menos aire sucio, favoreciendo que se pueda perseguir de cerca al rival en curva. El rebufo en recta debería ser suficiente para efectuar el adelantamiento por lo que, ¿es necesario que el DRS siga existiendo?

La normativa 2022 indica que este elemento sí seguirá existiendo. Pero su presencia puede tener los días contados. Se espera que en 2025 la eficiencia aerodinámica sea extremadamente alta, intensificándose el efecto del rebufo. Esto, unido a la facilidad para salir pegado del rival en las rectas, podría hacer que el DRS no fuera útil.

En definitiva, el DRS fue una invención clave para la F1 moderna, que ha favorecido la acción en pista durante la última década, pero que, con los nuevos monoplazas, puede pasar a ser irrelevante.