El Gran Premio de Silverstone levantó una gran polémica que ha hecho que a día de hoy todavía sea noticia. Pero no solo eso, si no que el problema de drenaje que hubo en la pista y las amenazas posteriores de MotoGP en abrir una comisión de investigación han hecho que algunos circuitos decidan volver a hacer obras en sus trazadas. Este es el caso de Jerez que, aunque ya reasfaltó la pista en 2017, han decidido hacerlo de nuevo para evitar posibles problemas.

El objetivo del circuito jerezano es garantizar la garantía que la pista tiene. La acción de dichas obras se llevó a cabo cuando en 2016 la pista fue duramente criticada por los pilotos ya que para muchos no cumplía las buenas condiciones que necesita una pista de MotoGP para poder ser pilotada. El agarre era prácticamente inexistente.

Después de dicha modificación con su correcta solución las quejas desaparecieron. Los pilotos agradecieron el asfalto nuevo porqué el grip había vuelto a la pista. No obstante se presentaban otros problemas ya que la pista tenía pequeñas grietas y en algunas partes de la pista habían parches; como si el asfalto hubiese sido arrancado.

Lo ocurrido en Silverstone tan solo ha sido el detonante que ha hecho que el Circuito de Jerez – Ángel Nieto haya tomado la decisión definitiva ya que durante el pasado mes, la FIM ya dio un toque de atención a los responsables de dicho problema. No obstante, la Federación Internacional de Motociclismo tan solo lo sugirió.

Así pues, el primer circuito del calendario español ha decidido ponerse manos a la obra y ya ha anunciado que la modificación de la pista se llevará a cabo en octubre para que los pilotos de MotoGP puedan disfrutar de una pista recién asfaltada en los test de pre-temporda, después de Valencia, que tienen asignados para el mes de noviembre.