La crisis originada por la Covid-19 ha golpeado duramente a la Fórmula 1 y, sobre todo, a equipos como McLaren, cuyo reciente préstamo concedido por el Banco Nacional de Bahrein es fundamental para su supervivencia.

El estallido de la pandemia global del coronavirus  a principios del mes de marzo  tuvo, y continúa teniendo, un gran impacto sobre la máxima categoría del automovilismo, ya que, como recordarán, la temporada 2020 iba a dar comienzo en Australia, pero todo se paralizó a menos de 48 horas de la carrera.

A partir de aquel momento, los primeros diez Grandes Premios del calendario fueron cayendo como si de fichas de dominó se tratase, hasta el punto de que la cita inaugural del campeonato será este fin de semana en el Red Bull Ring y con una hoja de ruta muy distinta a la original.

Aunque desde el punto de vista del espectador -ansioso de presenciar un Gran Premio de Fórmula 1 por primera vez desde el 1 de diciembre de 2019- esta situación excepcional se limita a haber sido un simple parón, las consecuencias de la inactividad del “Gran Circo” durante más de tres meses son mucho mayores.

Y es que la Fórmula 1 afronta una crisis sin precedentes, mayor incluso que la de la crisis económica de 2008, la cual podría ser todavía más grave si no se juegan las cartas correctas en el momento adecuado.

Los equipos que conforman la parrilla son los principales afectados por esta situación, especialmente los que de menos recursos disponen, como McLaren, Renault, Haas, Racing Point y, sobre todo, Williams.

McLaren y Williams son los que más están sufriendo esta crisis de primera mano. La firma con sede en Woking ha efectuado despidos masivos y ha tenido que solicitar un préstamo de 150 millones de libras (unos 164 millones de euros) al Banco Nacional de Bahrein para asegurar su supervivencia a corto plazo.

Por su parte, la escudería de Grove plantea la venta parcial o total de su estructura, la más débil de la actual parrilla tras encadenar años de malos resultados y la pérdida de sus patrocinadores principales: Martini a finales de 2018 y ROKiT hace apenas unas semanas.

Así pues, la actual crisis provocada por la Covid-19 pone en situación crítica a algunos equipos y consecuentemente a la Fórmula 1, siendo el límite presupuestario de 145 millones de dólares (unos 133 millones de euros), aprobado el pasado 4 de mayo, más importante que nunca, aunque habrá que ver si es suficiente para soportar la ya conocida como “crisis del coronavirus”.

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