Buenos test en general para Red Bull, presentando un coche sólido y también para Alpha Tauri, con un motor Honda que parece en su plenitud.

Para que puedan entender el contenido de las líneas que ahora les arrojo, me gustaría que piensen en esa amiga o amigo que todos tenemos: el que se va antes de las fiestas. Agravio que suele comportar problemas o que a veces da que pensar. ¿Por qué te vas en el mejor momento?, le espetamos a veces a dichos ‘seres’.

Pues con Honda hay similitudes:  se van a ir de la fiesta cuando todo les pinta mejor… La marcha de Honda en 2022 se podía entender desde un plano económico: nos vamos porque no hemos podido conseguir el late motiv que encendió la llama para volver a la F1 que era ganar el mundial, pero con cada actuación de Red Bull, o tras la afortunada victoria de Gasly con el Alpha Tauri, me entran cada día más preguntas sobre el adiós de Honda.

Los test de pretemporada no han sido más que la confirmación de que Honda ha encontrado la línea idónea para montar propulsores: solidez, fiabilidad y buena velocidad punta. Un cóctel ganador si se une a las peripecias y genialidades aerodinámicas que revisten al RB16B, un monoplaza que,  bajo la ténue luz de la verdad que arrojan los test invernales, es un coche para ganar carreras… y ándate con ojo.

Red Bull seguirá usando motores Honda pero bajo otra nomenclatura, lo cual, si no marcho equivocado, privaría a los nipones de cuantos reconocimientos y galardones pueda llegar a obtener la escudería en el futuro. Sea como sea, Honda parece que abandonará la fiesta en su punto álgido, justo en ese instante que lo único que quieres es que no termine jamás.

Honda buscará, seguramente, un 2021 que cierre con honores su errático paso por la F1